Los bebés con problemas cardíacos congénitos son atendidos por un especialista llamado cardiólogo pediátrico. Estos profesionales de la salud diagnostican defectos cardíacos. También colaboran en la atención médica de los niños antes y después de la cirugía para reparar el problema cardíaco. Los especialistas que reparan defectos cardíacos en el quirófano son cirujanos cardiovasculares o cardiotorácicos pediátricos.
En la actualidad, las personas con cardiopatías congénitas viven más tiempo. Hoy en día, la cantidad de adultos con cardiopatías congénitas es mayor que la cantidad de bebés nacidos con dichas cardiopatías. Esta mejora en la tasa de supervivencia se debe a avances importantes en los estudios, tratamientos y métodos quirúrgicos.
Los niños con cardiopatías congénitas que llegan a la adultez deben pasar de la atención pediátrica a la atención cardiológica para adultos. Esto es vital para lograr alcanzar y mantener el mayor nivel posible de bienestar. El tipo de atención necesaria depende del tipo de cardiopatía congénita que tiene una persona. Las personas con una cardiopatía congénita simple a menudo pueden atenderse con un cardiólogo para adultos de su comunidad. Aquellas con tipos de cardiopatías congénitas más complejas deben atenderse en un centro especializado en cardiopatías congénitas en adultos.
Los adultos con cardiopatías congénitas tienen diferentes necesidades e inquietudes que los niños. Los adultos con cardiopatías congénitas necesitan orientación para planificar acontecimientos clave de su vida, tales como:
- Estudios universitarios
- Carrera profesional
- Empleo
- Seguro
- Actividad
- Estilo de vida
- Herencia
- Planificación familiar
- Embarazo
- Atención crónica
- Discapacidad
- Últimos días de vida
También debe evaluarse el conocimiento de ciertas cardiopatías congénitas, las expectativas de resultados a largo plazo y los posibles problemas y riesgos. Esto forma parte de una transición exitosa de la atención pediátrica a la atención médica para adultos. Esta transición comienza en la preadolescencia de su hijo. Durante la primera fase, usted y el especialista de su hijo deben conversar sobre el momento en que su hijo sea responsable de su propia atención. Esto dependerá de varios factores, tales como la capacidad del niño para cuidar de sí mismo. Lo más conveniente es comenzar a hablar de esto cuando su hijo esté relativamente sano. El niño deberá ser capaz de:
- Hablar en detalle sobre su enfermedad
- Enumerar los medicamentos que toma y cuándo los toma
- Indicar si la enfermedad está cambiando o empeorando