El trastorno de Tourette en los niños
Aspectos generales
El trastorno de Tourette es un trastorno neurológico. También se lo conoce como síndrome de Tourette. El trastorno provoca tics repetidos. Estos tics son sonidos vocales o sacudidas musculares repentinas e incontroladas. Los síntomas de este trastorno suelen comenzar entre los 5 y 10 años. Al principio son tics leves y simples de la cara, la cabeza o los brazos. Con el tiempo, un niño puede tener diferentes tipos de tics que pueden ocurrir con más frecuencia. También pueden involucrar más partes del cuerpo, como el tronco o las piernas y pueden ser más perjudiciales para la vida cotidiana.
Causas
La mayoría de los casos de trastorno de Tourette están causados por los genes. Es un trastorno autosómico dominante. «Autosómico» significa que el gen no está en un cromosoma sexual (X o Y). Dominante quiere decir que solo es necesaria una copia del gen para padecer la enfermedad. Un padre con Tourette o el gen del trastorno tiene un 50 por ciento de probabilidad de transmitir el gen a cada hijo.
En hasta 1 de cada 20 niños con síndrome de Tourette, el trastorno no está causado por los genes. Las posibles causas en estos casos pueden ser problemas durante el embarazo, bajo peso al nacer, lesiones en la cabeza, intoxicación por monóxido de carbono o inflamación del cerebro (encefalitis).
Factores de riesgo
El síndrome de Tourette afecta más a los niños que a las niñas.
Síntomas
Los síntomas más comunes son los movimientos musculares involuntarios. Pueden ocurrir en la cara, el cuello, los hombros, el torso o las manos. Algunos ejemplos incluyen:
- Sacudir la cabeza
- Entrecerrar los ojos
- Parpadear rápido
- Encoger los hombros
- Hacer muecas
- Mover la nariz
- Golpear repetidamente los pies, sacudir las piernas, rascar u otros movimientos
Los tics más complejos incluyen:
- Besar
- Pellizcar
- Sacar la lengua o relamerse los labios
- Tocarse
- Hacer gestos groseros
El trastorno de Tourette incluye tics vocales como los siguientes:
- Gruñidos o gemidos
- Ladridos
- Chasquido de lengua
- Olfateo
- Ulular
- Decir cosas groseras
- Aclarar la garganta, resoplar o toser
- Hacer ruidos chirreantes
- Silbar
- Escupir
- Chiflar
- Gorgotear
- Repetir ruidos o frases
Los tics cambian con el tiempo. También varían en cuanto a la frecuencia con la que se producen.
El síndrome de Tourette puede ocurrir de manera diferente en niños y niñas. Los niños son más propensos a tener tics de larga duración (crónicos). Las chicas son más propensas a tener un trastorno obsesivo-compulsivo. Este es un trastorno de ansiedad. Con el trastorno obsesivo-compulsivo, el niño tiene un pensamiento, miedo o preocupación repetida (obsesión) que trata de manejar a través de un determinado comportamiento (compulsión) para reducir la ansiedad.
No todas las personas con el gen tendrán síntomas del trastorno de Tourette. Si un padre transmite el gen a un hijo, este puede no tener ningún síntoma. Si una hija hereda el gen, tiene una probabilidad de 7 entre 10 de que tenga al menos un síntoma de Tourette. Si un hijo hereda el gen, hay un 99% de probabilidad de que tenga al menos un síntoma de Tourette.
Los síntomas del trastorno de Tourette pueden parecerse a los de otras enfermedades. Atienda a su hijo con su profesional de la salud para que le realice un diagnóstico.
Diagnóstico
Un niño con síndrome de Tourette suele ser diagnosticado aproximadamente a los 7 años. Un profesional de la salud de atención primaria, un pediatra, un psiquiatra infantil o un proveedor de salud mental pueden diagnosticar a su hijo. El profesional de la salud le preguntará sobre lo siguiente:
- Los síntomas y antecedentes médicos de su hijo
- Los antecedentes médicos de su familia
- Problemas de desarrollo
El profesional de la salud también puede:
- Observar el comportamiento de su hijo
- Pedir un historial del comportamiento de su hijo a los profesores
- Evaluar el estado psicológico, social y educativo de su hijo
El diagnóstico del trastorno de Tourette exige que se presenten varios tics durante por lo menos un año.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y el estado de salud general de su niño. También dependerá de la gravedad de la enfermedad. Algunos niños no necesitan tratamiento. Un niño con síndrome de Tourette normalmente puede funcionar bien en casa y en un aula normal.
En algunos casos, un niño puede necesitar clases especiales, psicoterapia o medicamentos. Estas son opciones en los siguientes casos:
- Los tics causan problemas en la función diaria o en la escuela
- Su hijo tiene un problema como el trastorno obsesivo-compulsivo o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad
- Su hijo tiene otro problema emocional o de aprendizaje
Un tratamiento llamado intervención conductual integral para los tics puede ayudar a los niños a lidiar con ellos y a reducirlos.
Su hijo podría necesitar medicamentos si tiene enfermedades relacionadas como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el trastorno obsesivo-compulsivo o un trastorno del estado de ánimo. Consulte con los profesionales de la salud que atienden a su hijo los riesgos, beneficios y posibles efectos secundarios de todos los medicamentos.
Complicaciones
Muchos niños que tienen síndrome de Tourette también tienen problemas de atención. Algunos tienen problemas en la escuela. Pero la mayoría tiene una inteligencia normal y no tiene problemas de aprendizaje.
Otras enfermedades comúnmente vistas en niños con síndrome de Tourette incluyen problemas de comportamiento, cambios de humor, dificultades sociales y problemas para dormir.
Prevención
El profesional de la salud le recomendará asesoramiento genético. Puede hablar con un asesor sobre el riesgo del síndrome de Tourette en un futuro embarazo.
Cómo sobrellevar
Su hijo puede necesitar apoyo y ayuda con:
- La autoestima
- Las relaciones con la familia y los amigos
- La participación en el aula
Es importante desarrollar una relación fuerte y positiva con el equipo educativo de su hijo. Dependiendo de la gravedad del trastorno, pueden apoyar a su hijo en el aula o ayudarlo en situaciones sociales. A medida que su hijo crezca, preste atención a las redes sociales y a los posibles problemas de acoso escolar. Busque asesoramiento profesional para su hijo y sus hermanos para ayudar a lidiar con el impacto emocional del trastorno de Tourette. Hable con el profesional de la salud de su hijo y con el personal de la escuela sobre las mejores maneras de apoyar a su hijo.
El trastorno de Tourette no tiene cura y la enfermedad es de por vida. No empeora con el tiempo. Y, en algunos niños, los síntomas del tic disminuyen al final de la adolescencia y a los 20 años. Las personas con trastorno de Tourette también tienen una esperanza de vida normal. Los síntomas de los tics tienden a disminuir con la edad, pero el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión, la ansiedad generalizada, los ataques de pánico y los cambios de humor pueden continuar y causar problemas continuos en la vida adulta.
Cuándo se debe llamar al profesional de la salud
Llame al profesional de la salud si su hijo tiene:
- Manifiesta síntomas que no han mejorado, o que han empeorado
- Presenta nuevos síntomas
Puntos claves
- El trastorno de Tourette es un trastorno neurológico. Afecta más a los niños que a las niñas.
- La enfermedad provoca tics repetidos. Son sonidos vocales o sacudidas musculares repentinas e incontroladas.
- Los síntomas del síndrome de Tourette suelen comenzar entre los 5 y 10 años.
- El síndrome de Tourette puede ocurrir de manera diferente en niños y niñas. Los niños son más propensos a tener tics de larga duración (crónicos). Las chicas son más propensas a tener un trastorno obsesivo-compulsivo.
- Algunos niños pueden no necesitar tratamiento. Un niño con síndrome de Tourette normalmente puede funcionar bien en casa y en un aula normal. En algunos casos, un niño puede necesitar clases especiales, psicoterapia o medicamentos.
- Una familia con antecedentes de trastorno de Tourette debería hablar con un genetista o un asesor genético.
Próximos pasos
Recomendaciones para aprovechar al máximo la consulta con el profesional de la salud:
- Conozca el motivo de la consulta y defina su objetivo.
- Antes de la consulta, anote las preguntas que desea hacerle al profesional de la salud.
- Durante la consulta, anote el nombre de cualquier diagnóstico, medicamento, tratamiento o estudios nuevos. También anote las nuevas instrucciones que le dé el profesional de la salud.
- Pregunte por qué se le receta a su hijo cada nuevo medicamento o tratamiento y cómo lo ayudará. También conozca los efectos secundarios.
- Pregunte si la anomalía de su hijo se puede tratar de alguna otra manera.
- Pregunte por qué se recomienda determinado estudio o procedimiento y qué podrían significar los resultados.
- Tenga claro lo que puede ocurrir si su hijo no toma los medicamentos o no se somete a las pruebas ni a los procedimientos.
- Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
- Consulte cómo puede comunicarse con el profesional de la salud fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga dudas o necesite asesoramiento.