En esta sección

Trastornos de adaptación

El cambio, para bien o para mal, suele ser parte de la vida, y es algo que todos los niños aprenderán a medida que vayan creciendo. Sin embargo, cuando se da un cambio en la vida de los niños, a veces tienen dificultades para adaptarse a ese cambio y a la «nueva normalidad». Cuando el estrés de intentar adaptarse a cambios difíciles tiene como consecuencia problemas de conducta o emocionales, puede ser una señal de un trastorno de adaptación.
 

¿Qué son los trastornos de adaptación?

Los trastornos de adaptación son el resultado de la reacción de un niño a un cambio o a un factor estresante en su vida. Muchos cambios pueden causar un trastorno de adaptación: una mudanza grande a un nuevo destino, un divorcio o una separación, o conocer el diagnóstico de una enfermedad crónica y adaptarse a ella son ejemplos de cambios significativos en la vida de un niño.

Estos trastornos se dan cuando una persona es incapaz de utilizar sus mecanismos de adaptación para amoldarse o acostumbrarse al cambio. Dado que los niños reaccionan al mismo evento de formas distintas, no hay una sola razón por la que un niño desarrolla un trastorno de adaptación. La personalidad y el temperamento, los mecanismos de adaptación, traumas del pasado y otras razones pueden afectar la respuesta del niño frente al estrés.


¿Cuáles son los síntomas de los trastornos de adaptación?

Los síntomas de un trastorno de adaptación pueden ser variados y dependen de cada niño y del tipo de factor que les genera estrés. Estos son algunos síntomas:

  • Depresión, aislamiento
  • Ansiedad, pánico, miedo de lo que pueda pasar
  • Problemas de conducta en el hogar, en la escuela o en contextos sociales («portarse mal»)

Algunos niños pueden presentar alguno o una combinación de estos síntomas.


¿Qué opciones de tratamiento hay para niños con trastornos de adaptación?

El primer paso para buscar tratamiento si sospecha que su hijo tiene un trastorno de adaptación es consultar con el profesional de la salud de atención primaria de su hijo, un profesional de salud mental, un trabajador social clínico autorizado, un consejero escolar u otro recurso. Lo ayudarán a coordinar una evaluación oficial, que ayudará a confirmar la sospecha de un diagnóstico de trastorno de adaptación. Estas evaluaciones suelen incluir entrevistas tanto con el niño como con los padres, y buscan identificar qué puede estar causando el factor de estrés.

Junto con la familia, el profesional de la salud de atención primaria creará un plan de tratamiento específico para las necesidades del niño. El plan puede incluir terapia individual, familiar o ambas, y puede incluir la ingesta de medicamentos.


Prevención de los trastornos de adaptación

Aunque no existe una causa clara de los trastornos de adaptación, la mejor manera de prevenirlos en niños y adolescentes es la identificación e intervención tempranas. Si conoce los signos y síntomas del trastorno de adaptación, puede ayudar a su hijo a recibir la atención que necesita para seguir afrontando la situación, crecer y prosperar.