Menos tecnología, más charla
En el mundo siempre activo de hoy, es fácil para los padres estar atados a su tecnología. Los teléfonos inteligentes, los televisores, las tabletas y las computadoras son una forma atractiva de pasar el tiempo. Sin embargo, es importante comprender que ninguna pantalla puede reemplazarlo. Al tomarse un tiempo todos los días para jugar con su hijo, no solo lo ayuda a crecer y desarrollarse, sino que también fortalece su vínculo y le deja recuerdos invaluables de la infancia.
Pasar tiempo ante la pantalla no solo proporciona desventajas, sino que también tiene beneficios. ¡Incluso puede hacer que el tiempo ante la pantalla sea divertido! Cuando vea programas con su hijo que sean apropiados para su edad, hable con él sobre el programa. Pídale que describa el mundo en el que se desarrolla el programa, quién es su personaje favorito y por qué, o qué cree que sucederá a continuación.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda limitar el tiempo ante la pantalla a no más de una hora por día de programas de alta calidad para niños de 2 y 5 años. Desde los 18 a 24 meses, los padres que quieran que sus hijos interactúen con los medios de comunicación en pantalla deben planificar ver juntos programas apropiados para su edad como una herramienta para hablar, enseñar y aprender sobre el mundo que los rodea. Para los niños menores de 18 meses, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda evitar por completo el tiempo ante la pantalla, a excepción del videochat.
Presione "pausa"
Hay muchas cosas en la vida que compiten por el tiempo y la atención de un niño. Las pantallas, la escuela y las actividades extracurriculares influyen en el frenético estilo de vida actual. Cree una oportunidad todos los días para presionar "pausa" y hacerse tiempo para jugar. El juego no estructurado les da a los niños la oportunidad de explorar, imaginar, colaborar, construir y compartir en un foro que no está ligado a las calificaciones o al desempeño.
Bueno para el cerebro y el cuerpo
El tiempo de juego es esencial para la infancia porque beneficia el desarrollo cognitivo, socioemocional, del lenguaje y físico de los niños. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, el 80% del desarrollo del cerebro de un niño ocurre en los primeros tres años de vida a través de la interacción verbal y no verbal, así que cuando se trata del tiempo de juego, manténgalo alejado de las pantallas. En su lugar, recurra a actividades que alienten a los niños a usar las manos, interactuar con otros, fomentar la creatividad y estimular la imaginación. El juego es la forma en que los niños aprenden y exploran el mundo que los rodea, así que déjelos manejar el tiempo de juego. Ya sea que esté construyendo un rascacielos con bloques de madera, imaginando un mundo de fantasía donde es el rey o la reina o dibujando con tiza afuera, permita que su hijo tenga el control.
El juego y la salud mental
El juego también tiene un impacto sorprendente en el desarrollo emocional de un niño. A través del juego, los niños pueden imaginar su propio mundo, desarrollar confianza, vencer miedos y resolver problemas. A través del juego, tiene una oportunidad única de mirar su mundo y de aprender sobre lo que podría estar causando que se sienta asustado, enojado o preocupado. Además, puede ayudarlo a abordar y manejar esos sentimientos.
La salud física y el bienestar emocional de un niño están directamente relacionados con la forma en que experimenta el mundo. Al utilizar el juego para mostrarle a su hijo el mundo que lo rodea, tiene la oportunidad de recibir nuevas experiencias con risas y amor, y de crear los cimientos para una infancia feliz y saludable.