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Prematuridad

Aspectos generales

Se considera que un bebé que nace antes de las 37 semanas de embarazo es prematuro o ha nacido antes de tiempo. Otros términos utilizados para referirse a la prematuridad son prematuro y los apodos cariñosos en inglés: "preemie" y "premie". Aproximadamente 1 de cada 10 bebés nacen prematuramente. Los partos de gemelos o partos múltiples tienen más probabilidades de ser prematuros que los partos de un solo bebé.

Muchos bebés prematuros pesan menos de 5 libras con 8 onzas (2,500 gramos). Esto se considera bajo peso al nacer. Los riesgos relacionados con la prematuridad son mayores en los bebés de menor edad y menor peso. Pero incluso los bebés prematuros de mayor edad y mayor peso tienen riesgos.

Causas

El nacimiento prematuro puede deberse a varios motivos. Aproximadamente 2 de cada 3 nacimientos prematuros se deben a problemas que directamente provocan el trabajo de parto y parto antes de tiempo, como los enumerados a continuación. Otros problemas pueden enfermar a la madre o al bebé, lo que hace necesario adelantar el parto. En algunos casos, se desconoce la causa exacta por la que un bebé nace prematuro. Esto puede suceder aun cuando la madre "haya hecho todo correctamente" durante el embarazo.

Estas son cuatro causas posibles del trabajo de parto prematuro:

  • Estar embarazada de más de 1 bebé
  • Sangrado u otros problemas en el útero
  • Estrés
  • Infección en el útero o en otra parte del cuerpo

Factores de riesgo

Muchas mujeres no tienen factores de riesgo conocidos para un parto prematuro. Sin embargo, muchos factores pueden aumentar las probabilidades.

Las mujeres con estos factores de riesgo tienen más probabilidades de dar a luz antes de tiempo:

  • Haber tenido un trabajo de parto o parto prematuro en otra ocasión
  • Haber quedado embarazada poco tiempo (menos de un año) después de haber tenido un bebé
  • Estar embarazada de más de 1 bebé
  • Tener anomalías en el cuello uterino o el útero
  • Ser muy joven, adolescente, o mayor de 35
  • Ser afroamericana
  • Tener problemas de salud, tales como presión arterial alta, diabetes, cardiopatías o enfermedad renal, o altos niveles de estrés social y psicológico
  • Fumar
  • Consumir drogas ilegales, como cocaína

Además, las mujeres que tienen alguno de los siguientes problemas durante el embarazo tienen más probabilidades de dar a luz antes de tiempo:

  • Infecciones
  • Presión arterial alta.
  • Diabetes
  • Problemas de coagulación sanguínea
  • Problemas con la placenta
  • Sangrado vaginal

Ciertos problemas de desarrollo en los bebés aún por nacer también pueden conducir al nacimiento prematuro

Síntomas

El aspecto y la conducta de un bebé prematuro dependen de qué tan prematuro sea. Los siguientes son los síntomas más comunes:

  • Tamaño pequeño. Los bebés prematuros por lo general pesan menos de 5 libras con 8 onzas.
  • Piel delgada, brillosa, rosada o roja, según qué tan prematuro sea. En algunos casos, se le pueden ver las venas a través de la piel.
  • Poca grasa corporal
  • Poco pelo en el cuero cabelludo. Los bebés pueden tener mucho vello corporal suave (lanugo) dependiendo de qué tan temprano nacieron
  • Llanto débil y dificultad para respirar debido a falta de desarrollo de los pulmones y músculos débiles
  • Poco tono muscular
  • Los genitales masculinos y femeninos aún no están completamente desarrollados

Los síntomas de prematuridad pueden parecerse a los de otras enfermedades. Asegúrese de que su hijo vea a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico.

Diagnóstico

Se considera que un bebé que nace antes de las 37 semanas de embarazo es prematuro o ha nacido antes de tiempo. Las definiciones más específicas incluyen:

  • Bebés nacidos antes de término. Bebés nacidos entre las 37 semanas y las 38 semanas con 6 días. Se considera que estos bebés nacieron antes de tiempo pero no son prematuros.
  • Bebés prematuros tardíos. Bebés nacidos entre las 34 semanas y las 36 semanas con 6 días.
  • Bebés prematuros moderados. Bebés nacidos entre las 32 semanas y las 33 semanas con 6 días.
  • Bebés muy prematuros. Bebés con menos de 32 semanas.
  • Bebés prematuros extremos. Bebés con menos de 28 semanas.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y el estado de salud general de su niño. También dependerá de la gravedad de la anomalía. El tratamiento general para la prematuridad consiste en atender a los bebés con cuidados intensivos hasta que se hayan desarrollado lo suficiente como para respirar, comer y mantenerse calientes por sí mismos. Por lo general, esto sucede alrededor del momento de su fecha de parto.

El tratamiento consta de lo siguiente:

  • Administración de corticosteroides a la madre antes de un parto prematuro para ayudar a los pulmones y otros órganos del bebé a crecer y madurar
  • Control de la temperatura, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y respiratoria, y los niveles de oxígeno del bebé
  • Cama o incubadora con control de temperatura
  • Soporte de oxígeno o presión administrado por máscaras, bigoteras o máquinas llamadas respiradores
  • Administración intravenosa de líquidos, alimentos o medicamentos
  • Alimentación especial mediante una sonda en la nariz o boca que lleva leche materna o de fórmula al estómago
  • Radiografías u otras pruebas de diagnóstico por la imagen
  • Contacto piel a piel con los padres (método madre canguro)

Complicaciones

Los bebés prematuros quedan al cuidado de un neonatólogo. Este es un pediatra con capacitación adicional para atender a recién nacidos gravemente enfermos. Es posible que también otros especialistas atiendan a los bebés, según sus problemas de salud.

Los bebés prematuros nacen antes de que su cuerpo y sus sistemas de órganos se terminen de formar. Son más pequeños de lo que habrían sido si el embarazo hubiera llegado a término. Es posible que necesiten ayuda para respirar, alimentarse, combatir infecciones y mantener el calor. Los bebés extremadamente prematuros, aquellos nacidos antes de las 28 semanas, son los que tienen el mayor riesgo de sufrir problemas de salud. Sus órganos y sistemas no están listos para sobrevivir sin ayuda fuera del útero materno. Y es posible que no estén lo suficientemente desarrollados para funcionar bien, incluso con cuidados intensivos.

Estos son algunos de los problemas que pueden tener los bebés prematuros:

  • Dificultad para mantener una temperatura corporal estable o mantener el calor
  • Problemas respiratorios, incluidos problemas graves a corto y largo plazo
  • Problemas de presión arterial debido a que aún no se han desarrollado algunos sistemas (especialmente, presión arterial baja las primeras horas o días)
  • Problemas sanguíneos, como recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia) o piel de color amarillo por descomposición de glóbulos rojos (ictericia)
  • Problemas renales por falta de desarrollo
  • Problemas digestivos, incluidas dificultades de absorción y digestión. La mayoría de los bebés prematuros necesitan alimentarse por vía intravenosa (IV) durante un tiempo. En algunos casos, puede haber inflamación y destrucción de algunas partes del intestino (enterocolitis necrotizante). Por lo general, los bebés no pueden recibir alimento por boca hasta que se aproxima la fecha de parto que estaba prevista y necesitan alimentarse por sonda nasogástrica. El mejor alimento es la leche de la madre. Si esto no es posible, la alternativa más segura es darle leche de una donante de un banco de leche materna.
  • Problemas del sistema nervioso, que incluyen hemorragia cerebral o convulsiones
  • Infecciones debidas a un sistema inmunitario inmaduro y, por lo tanto, incapaz de combatir bacterias y virus en el medio ambiente.

Los bebés prematuros también pueden tener problemas de salud a largo plazo. Generalmente, cuanto más prematuro es un bebé, más graves y prolongados son.

Prevención

A pesar de nacer antes de tiempo y ser muy pequeños, cada vez son más los bebés que sobreviven. Sin embargo, lo más conveniente es prevenir el trabajo de parto prematuro y otros problemas de salud, si es posible.

Es importante recibir una buena atención prenatal durante el embarazo. El profesional sanitario puede ayudarla a detectar problemas y sugerirle cambios en su estilo de vida para disminuir el riesgo de trabajo de parto y parto prematuros. Estas son algunas maneras de prevenir un parto prematuro:

  • Dejar de fumar, si tiene este hábito. Dejar de fumar antes de quedar embarazada.
  • Evitar el alcohol y las drogas
  • Averiguar si tiene riesgo de trabajo de parto prematuro
  • Conocer los síntomas del trabajo de parto prematuro
  • Recibir tratamiento para el trabajo de parto prematuro
  • Dejar pasar al menos 18 meses entre embarazos

El profesional de la salud puede indicarle que tome una hormona, progesterona, si tiene alto riesgo de parto prematuro. Puede ayudarla si tuvo un parto similar en otra ocasión.

Vivir con un bebé prematuro

Los bebés prematuros a menudo necesitan tiempo adicional para desarrollarse y crecer. En el hospital, durante este tiempo puede ser necesario que aprendan a comer y dormir, o que aumenten de peso de manera constante. Los bebés pueden permanecer en el hospital hasta aproximadamente el momento en que llegan a la fecha prevista para el parto. En general, reciben atención en una unidad de cuidados intensivos neonatales.

Consulte al profesional sanitario que atiende a su bebé cuándo se podrá ir a casa con usted. En general, los bebés pueden irse a su casa cuando:

  • No tienen enfermedades graves
  • Pueden mantener el calor en una cuna abierta sin necesidad de otra fuente de calor
  • Reciben todos los alimentos por boca, manteniendo el ritmo de crecimiento esperado
  • No tener interrupciones en la respiración (apneas) recientes o frecuencia cardíaca baja

Antes del alta, se debe realizar a los bebés prematuros un examen ocular y una prueba de audición para descartar la presencia de problemas relacionados con la prematuridad. Antes de que su bebé pueda irse a casa, debe estar segura de que podrá atenderlo, darle los medicamentos y alimentarlo. También necesitará información sobre las visitas de seguimiento al profesional sanitario del bebé y sobre las vacunas. Muchos hospitales tienen programas de atención de seguimiento para bebés prematuros y con bajo peso al nacer.

Aunque estén listos para irse a casa, algunos bebés siguen teniendo necesidades especiales. Esto incluye, por ejemplo, oxígeno adicional o alimentación por sonda nasogástrica. Se le enseñará a cuidar a su bebé si se encuentra en alguna de estas situaciones. El personal del hospital puede ayudarla a preparar su hogar para la atención domiciliaria especial que necesitará.

Pregúntele al profesional de la salud de su bebé acerca de pasar la noche con él en el hospital antes de llevarlo a casa. Esto puede servirle para acostumbrarse a cuidar a su bebé mientras los profesionales de la salud le brindan ayuda y tranquilidad. También puede sentirse más segura al llevar a su bebé a casa si ha aprendido reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios para bebés.

Los bebés prematuros tienen mayor riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. Siempre que acueste a su bebé para dormir, debe colocarlo boca arriba.

Puntos claves

  • Los bebés que nacen antes de las 37 semanas de embarazo se consideran prematuros o nacidos antes de tiempo.
  • Muchos bebés prematuros pesan menos de 5 libras con 8 onzas (2,500 gramos). A esto se lo denomina "bajo peso al nacer".
  • Los bebés prematuros pueden tener problemas de salud a largo plazo. En general, cuanto más prematuro es un bebé, más graves y prolongados pueden ser los problemas de salud.
  • La atención prenatal es un factor clave para prevenir los nacimientos prematuros y el bajo peso al nacer.
  • Los bebés prematuros tienen mayor riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.

Próximos pasos

Recomendaciones para aprovechar al máximo la consulta con el profesional de la salud:

  • Conozca el motivo de la consulta y defina su objetivo.
  • Antes de la consulta, anote las preguntas que desea hacerle al profesional de la salud.
  • Durante la visita, anote el nombre de cualquier diagnóstico, medicamento, tratamiento o estudio nuevos. También anote las nuevas instrucciones que le dé el profesional de la salud.
  • Pregunte por qué se le receta a su hijo cada nuevo medicamento o tratamiento y cómo lo ayudará. También conozca los efectos secundarios.
  • Pregunte si la anomalía de su hijo se puede tratar de alguna otra manera.
  • Pregunte por qué se recomienda determinado estudio o procedimiento y qué podrían significar los resultados.
  • Tenga claro lo que puede ocurrir si su hijo no toma los medicamentos o no se somete a las pruebas ni a los procedimientos.
  • Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
  • Consulte cómo puede comunicarse con el profesional de la salud fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga dudas o necesite asesoramiento.

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