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Trastorno obsesivo-compulsivo

Los pensamientos intrusivos o repetitivos (obsesiones) o el impulso de realizar ciertas actividades de una manera determinada (compulsiones) son síntomas que caracterizan al trastorno obsesivo-compulsivo. En los niños, al igual que en los adultos, el trastorno obsesivo-compulsivo puede interferir en la vida cotidiana, el crecimiento y el desarrollo.


¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por pensamientos intrusivos (obsesiones) o impulsos de realizar conductas específicas (compulsiones). Por ejemplo, algunos niños pueden sentir la necesidad de contar hasta un determinado número antes de realizar una tarea. Otros pueden tener una forma determinada y específica en la que quieren que se coloquen los lápices de colores para poder empezar a colorear. El trastorno obsesivo-compulsivo puede incluir obsesiones o compulsiones, o ambas.


¿Cuáles son los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo?

Los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo incluyen ejemplos de comportamientos obsesivos o compulsivos, como los siguientes:

  • Tener pensamientos o impulsos no deseados recurrentes e intrusivos que dificultan la concentración y pueden causar estrés
  • Tener la necesidad de hacer o decir algo una y otra vez, o en un orden específico

Muchos niños con trastorno obsesivo-compulsivo solo son capaces de realizar una tarea o de relajarse sin pensamientos intrusivos continuos si ciertas cosas se hacen o se dicen de una manera específica. Para otros, las obsesiones y las compulsiones están impulsadas por el miedo a que ocurra algo malo si no se llevan a cabo de una determinada manera. Si no se trata, esto puede causar ansiedad y depresión.


Opciones de tratamiento para el trastorno obsesivo-compulsivo

Como ocurre con cualquier enfermedad mental, la evaluación por parte de un profesional de la salud es el primer paso para recibir tratamiento para el trastorno obsesivo-compulsivo. A veces, una evaluación del trastorno obsesivo-compulsivo puede revelar otras enfermedades de salud mental, como los trastornos de tics.

Una vez que se ha establecido el diagnóstico, un profesional de la salud puede trabajar con el niño y su familia para determinar el mejor plan de tratamiento. A menudo, el tratamiento incluye terapia (específicamente terapia cognitiva conductual que integra la terapia de exposición) y medicamentos. Es importante que la familia participe activamente y apoye el proceso terapéutico; las familias pueden apoyar a los niños con trastorno obsesivo-compulsivo modificando la vida familiar para evitar los factores desencadenantes o que generan estrés en el niño.


Cómo prevenir el trastorno obsesivo-compulsivo

No se conoce la causa del trastorno obsesivo-compulsivo, pero las familias pueden colaborar para apoyar a los niños con este trastorno y asegurarse de que reciban la ayuda profesional que necesitan para tener una vida feliz y saludable.