Es natural pensar que la artritis es una enfermedad de las personas mayores. Sin embargo, la artritis puede presentarse a cualquier edad. Artritis idiopática juvenil es el término utilizado para describir la artritis en niños y adolescentes y es la enfermedad reumática más común de la infancia. Se estima que uno de cada 1000 niños en los Estados Unidos se ve afectado por la artritis juvenil.
Julio es el Mes de concientización sobre la artritis juvenil y estamos aprovechar para difundir la conciencia sobre esta enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis jiasa?
La artritis juvenil es una enfermedad autoinmune, que se produce cuando el sistema inmunitario ataca las articulaciones, en lugar de combatir virus y gérmenes. Existen diferentes tipos de artritis jiasra y los síntomas pueden variar entre los distintos tipos. Saber qué tipo de artritis tiene identificando sus síntomas le permite al médico monitorear mejor su enfermedad y guiar el tratamiento. Los síntomas comunes de la artritis jiasa incluyen:
- La rigidez suele ser uno de los primeros síntomas, especialmente en las mañanas. Los niños pequeños pueden tener dificultades para describir el dolor y la rigidez. Los padres pueden notar que su hijo no camina tan bien, que camina lentamente o con cojera.
- La hinchazón en las articulaciones puede desarrollarse lentamente y a menudo se puede perder desde el principio. A menudo, después de una lesión, puede llamar la atención. Los niños pueden tener dificultades para realizar actividades de rutina, como caminar, sostener un lápiz, abrir tapas de botellas, debido al dolor e hinchazón en las articulaciones.
- Algunos pacientes también desarrollan fiebre, sarpullidos y agrandamiento del ganglio linfático. Los niños con artritis jiasca juvenil también tienen mayor riesgo de desarrollar inflamación en los ojos, también conocida como uveítis o iritis.
¿Cómo se diagnostica la artritis ventricular juvenil?
Para hacer un diagnóstico de artritis juvenil, los niños suelen ser remitidos a un reumatólogo pediátrico, un médico que se especializa en ayudar a los niños con artritis juvenil y otras enfermedades autoinmunes. A partir de ahí, se realiza un examen físico que puede proporcionar pistas importantes como la presencia de hinchazón en las articulaciones, limitaciones en el movimiento y sensibilidad. Se pueden utilizar estudios de diagnóstico por la imagen como rayos X, ecografías o imagen por resonancia magnética para confirmar si hay artritis y ayudar a descartar cualquier otra causa.
Opciones de tratamiento para la enfermedad de
Si bien no hay cura para la artritis, hay varios tipos de medicamentos disponibles para controlar los síntomas y aliviar la inflamación. La clave para lograr buenos resultados a largo plazo es el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado para prevenir daños irreversibles en las articulaciones. Las decisiones de tratamiento se adaptan a cada paciente, guiadas por varios factores, como la edad, la duración de los síntomas y la gravedad de la enfermedad, y se toman en colaboración con el paciente y los cuidadores.
A menudo, el primer paso del tratamiento consiste en tomar medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno. Si la artritis afecta una sola articulación, se puede utilizar una inyección de medicamentos (esteroides) en la articulación afectada. Si hay artritis significativa que afecta varias articulaciones o fallan los tratamientos iniciales, entonces el tratamiento con medicamentos como medicamentos antirreumáticos que modifican las enfermedades y/o biológicos, que reducen la inflamación ayudando a calmar el sistema inmunitario que reacciona en exceso. Además del tratamiento médico, los tratamientos físicos y ocupacionales ayudan a mejorar la fuerza y la flexibilidad de las articulaciones. Como la artritis juvenil no solo puede tener un impacto físico sino emocional en la salud de los niños, hablar con un terapeuta y un psicólogo puede ayudar a enseñar estrategias de afrontamiento positivo.
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Acerca del autor:
La doctora Deepika Singh, acreditada en pediatría y reumatología pediátrica por la Junta Estadounidense de Pediatría, se unió a Valley Children's en febrero de 2017. Sus intereses clínicos incluyen artritis idiopática juvenil, vasculitis asociada a la arteria coronaria anómala, síndrome antifosfolípido y otras enfermedades autoinmunes. Singh está afiliado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford como profesor asistente clínico y participa estrechamente en la educación médica, enseñando tanto a estudiantes de medicina como a residentes pediátricos.