Los bultos (masas) en el cuello son problemas comunes en bebés y niños. Algunos niños ya nacen con ellos (congénitos). Surgen por una formación anormal que ocurre en las primeras etapas del desarrollo del feto. Muchas masas en el cuello aparecen con una infección en las vías respiratorias altas, como un resfrío o una infección sinusal. Algunas masas no se detectan hasta que se agrandan y empiezan a doler a causa de la infección. Una masa en el cuello puede afectar a otras estructuras de la cabeza y la zona del cuello. Sin embargo, la mayoría de estas masas no son cancerosas, sino benignas. Las masas cancerosas en el cuello son poco frecuentes en bebés y niños pequeños. A veces, una masa se diagnostica como enfermedad de Hodgkin o no Hodgkin. Ambos son cánceres del sistema linfático.
El profesional de la salud de su hijo considerará muchos factores al diagnosticar una masa en el cuello, como:
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La edad del niño
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Cuánto tiempo hace que apareció la masa y si hay otras
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Antecedentes familiares de masas
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Cualquier enfermedad anterior o actual, otitis o mordeduras de animales
Un examen de las masas en el cuello puede incluir:
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Mirar y palpar cuidadosamente el cuello del niño
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Encontrar la ubicación exacta de la masa
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Revisar el movimiento del cuello y de la masa
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Revisar en busca de inflamación, enrojecimiento, calor, sensibilidad, secreción o líquido en la masa
Es posible que a su hijo le hagan otros estudios, como análisis de sangre o una biopsia, para diagnosticar completamente el tipo de masa en el cuello y ver si otros tejidos y estructuras del cuello están afectados. El tratamiento de las masas en el cuello depende del tipo de masa y de si hay infección. A veces es necesaria una cirugía para extraer la masa.