Malformaciones congénitas en bebés recién nacidos
Una malformación congénita es un problema físico presente en el nacimiento. Las malformaciones congénitas pueden causar problemas físicos o mentales, y algunas pueden ser fatales. Se conocen más de 4,000 malformaciones congénitas. Otros términos utilizados para las malformaciones congénitas pueden ser «anormalidades», «anomalías» y «deformidades congénitas».
Las malformaciones congénitas pueden deberse a problemas hereditarios (genéticos) o a factores ambientales, como la exposición a determinadas sustancias tóxicas durante el embarazo. Algunas malformaciones congénitas pueden estar vinculadas a una causa directa. También existen otros motivos, pero no son muy claros. Se desconoce la causa de más de 2 de 3 malformaciones congénitas.
Las mujeres de más edad, que tienen otros hijos con malformaciones congénitas, que ingieren ciertos medicamentos justo antes del embarazo o durante su transcurso o que tienen determinadas infecciones durante la gestación tienen más probabilidades de tener un bebé con una malformación congénita. Las mujeres que consumen alcohol o drogas recreativas también tienen mayor riesgo. Las mujeres que tienen algún factor de riesgo deben hablar con su obstetra y ginecólogo sobre las pruebas o asesoramiento genéticos para evaluar su riesgo de tener un bebé con una malformación congénita.
Algunas malformaciones congénitas son más frecuentes que otras. A continuación, se describen los tipos más comunes.
Labio leporino y paladar hendido
El labio leporino y el paladar hendido son problemas en la boca y los labios. Afectan a casi 1 de cada 1,000 nacimientos. El labio leporino y el paladar hendido se desarrollan al principio del embarazo cuando los lados del labio y el paladar no se fusionan correctamente. El labio leporino y el paladar hendido surgen como resultado de varios genes heredados de ambos padres. También se deben a factores ambientales que los científicos aún no comprenden completamente.
Paladar hendido
El paladar hendido ocurre cuando el paladar no se cierra por completo. Por lo tanto, queda una abertura que se puede extender hacia la cavidad nasal. La hendidura puede estar a ambos lados del paladar. Se puede extender desde la parte frontal de la boca (paladar duro) hasta la garganta (paladar blando). Con frecuencia, la hendidura también abarca el labio. El paladar hendido no es tan notorio como el labio leporino porque se encuentra dentro de la boca. Un niño puede tener solo esta anormalidad o puede tener también labio leporino u otros síndromes. En muchos casos, otros miembros de la familia también tuvieron paladar hendido al nacer.
Labio leporino
El labio leporino ocurre cuando el labio no se forma completamente en el útero. La gravedad del labio leporino puede variar significativamente. El niño puede tener una forma leve, como una muesca en el labio, o bien, puede tener una forma severa, con una gran apertura desde el labio hasta la nariz. Es posible que a los padres que les resulte estresante adaptarse al problema obvio de la cara porque es muy notorio.
El problema más frecuente con cualquiera de los defectos tiene que ver con la alimentación del bebé. Es posible que el bebé tenga problemas para succionar porque sus labios y su paladar no pueden cerrarse normalmente. Se pueden usar pezoneras y métodos de alimentación especiales para ayudar al bebé a obtener una buena nutrición. El labio leporino y el paladar hendido también pueden causar dificultades en el habla y el lenguaje debido a problemas en la boca. Estos defectos pueden causar infecciones de oído y problemas dentales, entre otras afecciones.
El tratamiento para el labio leporino y el paladar hendido incluye cirugía. El labio leporino se puede reparar durante los primeros meses de vida. Las reparaciones del paladar hendido se suelen realizar cuando el bebé tiene entre 9 y 18 meses de vida, pero antes de que cumpla los 2 años.
Pie equinovaro
El pie equinovaro es un problema en el pie presente en el nacimiento. Afecta huesos, músculos, tendones y vasos sanguíneos, y puede afectar uno o ambos pies. Por lo general, el pie tiene una apariencia corta y ancha. El talón apunta hacia abajo y la mitad anterior del pie (antepié) gira hacia dentro. El tendón del talón (tendón de Aquiles) está tenso. El talón puede parecer estrecho y los músculos de la pantorrilla son más pequeños en comparación con los de una pierna normal.
Ocurre en alrededor de 1 a 3 de cada 1,000 nacimientos y afecta a los niños el doble de veces que a las niñas. Entre el 30% y el 60% de los casos, ambos pies se ven afectados.
Esta malformación congénita puede deberse a muchos factores. La causa puede ser genética, pero, por lo general, se desconoce. Puede deberse a la posición del bebé en el útero. O puede ser una combinación de factores. El tratamiento específico lo determinará el profesional de la salud que atienda a su hijo. El objetivo es enderezar el pie para que pueda crecer y desarrollarse con normalidad. El tratamiento para bebés puede incluir colocar una serie de yesos en el pie para ayudar a estirar los tejidos blandos y llevar el pie a una posición normal. El yeso corrige el pie equinovaro en la mayoría de los bebés. Es posible que algunos bebés necesiten cirugía para corregir la posición del pie.
Hipospadias
El hipospadias es una malformación congénita en la que la abertura del conducto urinario masculino (uretra) no se encuentra en la punta del pene. Cuando hay hipospadias, la abertura uretral puede estar ubicada en cualquier lugar a lo largo de la uretra, pero es más común que se encuentre a lo largo de la parte inferior del pene, cerca de la punta. Cuando el bebé se desarrolla en el útero, la uretra no alcanza su longitud completa. El prepucio tampoco se desarrolla completamente. Por eso, puede haber más prepucio en la parte superior del pene y nada de prepucio en la parte inferior. La punta del pene puede estar curvada hacia abajo.
El hipospadias es un trastorno que se presenta en aproximadamente 5 de 1,000 bebés varones. Algunos bebés varones que tienen otros problemas de salud, como testículos no descendidos o hernias inguinales, también pueden tener hipospadias. En casos muy raros, una niña puede tener hipospadias. La abertura de la uretra entra en la vagina.
El hipospadias se puede reparar mediante cirugía. Por lo general, la reparación quirúrgica se realiza cuando el bebé tiene entre 6 y 12 meses de vida. En este momento, el pene no crece mucho. El bebé no se debe circuncidar al nacer. Esto se debe a que puede ser necesario contar con prepucio adicional para la cirugía.
Displasia del desarrollo de la cadera
La displasia del desarrollo de la cadera es una enfermedad de la articulación de la cadera que está presente al nacer. Ocurre en 1 o 2 de cada 1,000 nacidos vivos. La articulación de la cadera se crea como una articulación esférica. En la displasia del desarrollo de la cadera, la cavidad puede ser poco profunda. Esto permite que la «esfera» del hueso largo de la pierna (cabeza femoral) entre y salga de la cavidad. La «esfera» puede moverse de forma parcial o total fuera de la cavidad de la cadera. Esta malformación congénita puede deberse a muchos factores. Tanto los genes como el medio ambiente pueden ser parte de la causa. Todos los bebés recién nacidos se examinan en el hospital para detectar este problema en la cadera antes de irse a casa. Pero, como es posible que la displasia del desarrollo de la cadera se descubra más adelante, también se los evaluará en los controles regulares después de salir del hospital.
El objetivo del tratamiento es volver a colocar la cabeza femoral en la cavidad de la cadera para que esta se pueda desarrollar normalmente. El tratamiento puede incluir que el bebé use un arnés especial para mantener las caderas en su lugar. O bien, se le puede colocar un yeso. Es posible que algunos bebés necesiten cirugía.
Defectos cardíacos congénitos
Los defectos cardíacos congénitos son problemas en la estructura y en la función del corazón del bebé. Con frecuencia, un defecto afecta la forma en que fluye la sangre a través del corazón y hacia el cuerpo. Los defectos pueden variar de leves a graves.
Es probable que la causa se deba a una combinación de genes y factores del medio ambiente. Los defectos cardíacos congénitos son el tipo de defecto congénito más frecuente en los EE. UU. Afectan aproximadamente a 8 de cada 1,000 bebés.
Algunos defectos cardíacos congénitos no necesitan tratamiento. A algunas personas con malformaciones cardíacas simplemente se les deberá hacer un seguimiento médico durante toda su vida. A veces, un niño puede necesitar cirugía para reparar un defecto. Esto puede ser necesario inmediatamente después del nacimiento o más adelante si surgen complicaciones.
Defectos del tubo neural
Los defectos del tubo neural son un grupo de trastornos que ocurren al principio del desarrollo del bebé en el útero. Ocurren cuando el tubo neural no se forma correctamente. El tubo neural es un grupo de células del embrión que se convertirán en la médula espinal y el cerebro, y en el hueso y los tejidos que los rodean. En los defectos de cierre de tubo neural, el tubo no se cierra completamente. La médula espinal y los tejidos quedan expuestos. La forma más común de este defecto es la espina bífida (mielomeningocele). Los bebés con defectos del tubo neural pueden sufrir daño del sistema nervioso y parálisis. En otro tipo, el cerebro y el cráneo no se desarrollan (anencefalia). Los bebés con anencefalia no sobreviven.
No existe cura para los defectos del tubo neural. El tratamiento para los bebés afectados depende del tipo de malformación y el grado de gravedad. Las mujeres pueden ayudar a evitar las malformaciones del tubo neural tomando 400 mcg de ácido fólico antes del embarazo y durante su transcurso. Esta es la dosis que suelen tener las vitaminas prenatales.