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Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido

Aspectos generales

La hipertensión pulmonar persistente ocurre en bebés recién nacidos. Se presenta cuando la circulación de un recién nacido continúa fluyendo como lo hacía mientras el bebé estaba en el útero. Cuando esto sucede, es mucha la cantidad de sangre que deja de pasar por los pulmones del bebé. Esto suele llamarse «circulación fetal persistente».

Durante el embarazo, los pulmones del bebé no intercambian oxígeno y dióxido de carbono. Por eso, solo necesitan una pequeña cantidad de sangre para que los tejidos estén sanos. La circulación de un bebé envía la mayor parte de la sangre lejos de los pulmones. La envía a través de conexiones que hay en el corazón y los vasos sanguíneos grandes.

Cuando el bebé nace y empieza a respirar, esta circulación cambia. El cambio en la presión de sus pulmones ayuda a cerrar esas conexiones fetales (previas al nacimiento). Eso redirige la circulación de la sangre. Luego, se bombea sangre a los pulmones. Eso ayuda en el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.

Si un recién nacido tienen bajos niveles de oxígeno o dificultades para respirar, es posible que esos cambios normales no sucedan. Eso hace que la circulación del bebé vuelva a ser la del sistema fetal, en la que la sangre no va a los pulmones. La presión de los pulmones del bebé permanece alta. Eso es hipertensión pulmonar persistente del recién nacido.

Causas

La hipertensión pulmonar persistente del recién nacido puede ocurrir debido a problemas con los vasos sanguíneos de los pulmones. Pueden estar subdesarrollados o tener un desarrollo anormal. O los vasos pueden tener problemas para adaptarse al aire exterior después del nacimiento. Puede ser difícil saber de inmediato cuál de estos escenarios es la causa.

Factores de riesgo

Un bebé que nace en un parto difícil o sufre de asfixia al nacer puede tener más probabilidades de desarrollar hipertensión pulmonar persistente del recién nacido. La asfixia neonatal es una enfermedad causada por la falta de oxígeno.

Alrededor de 1 de cada 500 a 700 bebés tiene hipertensión pulmonar persistente del recién nacido. Ocurre con mayor frecuencia en bebés que nacen a término o en bebés nacidos después de la fecha prevista de parto.

La hipertensión pulmonar persistente del recién nacido es más probable en bebés cuyas madres tomaron ciertos medicamentos al final del embarazo, como medicamentos antiinflamatorios no esteroideos e inhibidores selectivos de los receptores de serotonina.

Los bebés con infecciones como neumonía o problemas con el corazón, los pulmones o ambos también tienen más probabilidades de tener hipertensión pulmonar persistente del recién nacido.

Síntomas

Estos pueden manifestarse un poco diferente en cada niño. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

  • Aspecto enfermo al nacer o en las primeras horas de vida
  • Los labios y la piel se ven azules (cianosis)
  • Respiración acelerada
  • Ritmo cardíaco acelerado
  • Bajos niveles de oxígeno en sangre mientras obtiene un 100% de oxígeno

Los síntomas de la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido pueden ser similares a los de otras enfermedades. Asegúrese de que su hijo vea a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico.

Diagnóstico

El profesional de la salud que atienda a su bebé verificará su estado y el historial del parto. También examinará a su bebé. Es posible que su hijo necesite someterse estas pruebas para diagnosticar la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido:

  • Radiografías torácicas. Pueden mostrar ciertos problemas con los pulmones o el corazón.
  • Análisis de sangre. Esto puede incluir una gasometría arterial, un recuento completo de células sanguíneas, electrolitos y otros análisis.
  • Controles del nivel de oxígeno. Los niveles de oxígeno de su bebé se controlarán en diferentes lugares de su cuerpo. El profesional de la salud que atiende a su hijo comparará estos niveles para verificar si la sangre circula hacia los pulmones del bebé.
  • Ecocardiograma. Esta es una imagen de ultrasonido del corazón y los vasos sanguíneos. El profesional de la salud la usa para observar diferentes estructuras corporales y medir la presión arterial en diferentes zonas.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento de la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido es aumentar el oxígeno en todos los sistemas corporales del bebé. Si el cuerpo del bebé no recibe suficiente oxígeno, es posible que tenga problemas de salud a largo plazo.

El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y el estado de salud general de su niño. También dependerá de la gravedad de la enfermedad. Entre los tratamientos, se pueden incluir los siguientes:

Oxígeno suplementario

El bebé recibe oxígeno a través de una máscara, puntas nasales o cámara de plástico.

Tubo endotraqueal

Esta es la mejor forma de administrar la mayor cantidad de oxígeno posible. Se coloca un tubo en la tráquea del bebé, que lo ayuda a respirar.

Respirador mecánico

La máquina respira (mueve aire hacia dentro y fuera de los pulmones) por el bebé.

Medicamentos

Algunos medicamentos tratan las infecciones que pueden ocurrir junto con la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido. Otros tipos de medicamentos pueden ayudar a relajar los músculos y reflejos del bebé. Esto ayuda a que el bebé responda mejor al respirador. Otros medicamentos pueden ayudar al corazón del bebé a mantener el bombeo de sangre hacia los pulmones.

Monóxido de nitrógeno

El bebé puede inhalar este gas, que lo ayudará a expandir los vasos sanguíneos en sus pulmones.

Tratamiento de oxigenación por membrana extracorpórea

Este procedimiento se realiza si el bebé no responde a otros cuidados. Con el tratamiento de oxigenación por membrana extracorpórea, la sangre de las venas del bebé se bombea a través de un pulmón artificial. Luego se agrega oxígeno y se elimina el dióxido de carbono. Finalmente, la sangre regresa al cuerpo del bebé. Este procedimiento solo se realiza en determinadas unidades especializadas en cuidados intensivos neonatales.

Complicaciones

Cuando la sangre se aleja de los pulmones del bebé, es difícil para sus pulmones intercambiar oxígeno y dióxido de carbono. Los bebés con hipertensión pulmonar persistente del recién nacido tienen bajos niveles de oxígeno en sangre incluso cuando respiran aire con un 100% de oxígeno. Esto puede provocar graves problemas. Todos los órganos del bebé necesitan un suministro regular de sangre rica en oxígeno. Los órganos del bebé pueden dañarse si no reciben suficiente oxígeno.

Puntos claves

  • La hipertensión pulmonar persistente del recién nacido ocurre cuando la circulación de un recién nacido continúa fluyendo como lo hacía mientras el bebé estaba en el útero. Cuando esto sucede, es mucha la cantidad de sangre que deja de pasar por los pulmones del bebé.
  • Alrededor de 1 de cada 500 a 700 bebés tiene hipertensión pulmonar persistente del recién nacido. Ocurre con mayor frecuencia en bebés que nacen a término o en bebés nacidos después de la fecha prevista de parto. Suele ocurrir cuando un bebé nace en un parto difícil.
  • Es posible que el bebé tenga que someterse a pruebas para verificar esta enfermedad. Esas pruebas pueden incluir una radiografía torácica, análisis de sangre y controles del nivel de oxígeno.
  • El objetivo del tratamiento de la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido es ayudar a llevar oxígeno a todos los sistemas corporales del bebé.
  • Si el bebé no recibe suficiente oxígeno, es posible que tenga problemas de salud a largo plazo.

Próximos pasos

Recomendaciones para aprovechar al máximo la consulta con el profesional de la salud:

  • Conozca el motivo de la consulta y defina su objetivo.
  • Antes de la consulta, anote las preguntas que desea hacerle al profesional de la salud.
  • Durante la consulta, anote el nombre de cualquier diagnóstico, medicamento, tratamiento o estudios nuevos. También anote las nuevas instrucciones que le dé el profesional de la salud.
  • Pregunte por qué se le receta a su hijo cada nuevo medicamento o tratamiento y cómo lo ayudará. También conozca los efectos secundarios.
  • Pregunte si la anomalía de su hijo se puede tratar de alguna otra manera.
  • Pregunte por qué se recomienda determinado estudio o procedimiento y qué podrían significar los resultados.
  • Tenga claro lo que puede ocurrir si su hijo no toma los medicamentos o no se somete a las pruebas ni a los procedimientos.
  • Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
  • Consulte cómo puede comunicarse con el profesional de la salud fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga dudas o necesite asesoramiento.

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