Llena de energía, juguetona y siempre con ganas de saltar y trepar, Olivia era como cualquier otra niña de 4 años, solo que a veces tenía dolor de vientre. Después de un rato, el dolor empeoraba y, luego, comenzaba la hinchazón abdominal. Cuando la madre de Olivia, Virginia, notó que su hija se quedaba a un lado, y no participaba en el juego, fue a ver a un pediatra, quien la remitió a Valley Children's para realizar más pruebas.
Momentos después de las radiografías y los análisis de laboratorio, Virginia llevó a Olivia cansada y débil, al auto; pero antes de salir del estacionamiento, Valley Children's la llamó para que regresaran. Olivia fue ingresada rápidamente al hospital. Las imágenes revelaron varios tumores que rodeaban ambos pulmones. Había muchos, pero era uno grande, de 15 centímetros, el que más preocupaba a los médicos. Ese mismo día, a Olivia le diagnosticaron un tumor de Wilms en el riñón derecho en estadio 4.
"Inmediatamente, se me llenaron los ojos de lágrimas y sentí que estaba en otra dimensión, que no era real", explicó Virginia. "En dos días, Olivia finalizó las pruebas, recibió un diagnóstico y ya estaba recibiendo quimioterapia. Entonces, a pesar de estar en el peor de los casos, sentía algo de paz sabiendo que mi pequeña estaba en buenas manos y que, de hecho, estaban haciendo todo lo posible para ayudarla".
El tumor de <a0>Wilms es un tipo común de cáncer infantil que comienza en los riñones y puede extenderse a otras partes del cuerpo. Los síntomas comunes incluyen dolor abdominal, fiebre, bajo conteo de glóbulos rojos (anemia), sangre en la orina, presión arterial alta e incluso pérdida de apetito, pérdida de peso, náuseas, vómitos y cansancio.
Después de solo seis semanas de tratamiento, Olivia respondió tan bien que la mayoría de sus tumores habían desaparecido y el tumor más grande se había reducido en tamaño en un 50%. Esto permitió a los médicos operar y extirpar el riñón canceroso. El camino por delante consistía en quimioterapia continua: dos semanas en casa con atención en la clínica y una semana en el hospital. Esto continuó durante aproximadamente nueve meses, hasta que los médicos de Valley Children's le comunicaron a Olivia que no tenía cáncer.
"El objetivo siempre fue extirpar el riñón derecho, pero en todo momento entendí que sería un procedimiento riesgoso", agregó Virginia. "Su tumor estaba entrelazado con demasiadas venas, pero su cirujano logró extirpar cada milímetro de cáncer, y esto le salvó la vida. Gracias a los expertos de Valley Children's, Olivia pudo celebrar su siguiente cumpleaños. ¡Estoy tan agradecida!"
El 13 de octubre de 10, Olivia cumplió 5 años y tuvo que sonar la campana de «No más quimio» en el hospital. Ese mismo día, Olivia presentó a varios familiares de su equipo de atención médica en Valley Children's, que son como la familia extendida de Olivia: todos celebran a una niña muy valiente... que ahora vuelve a jugar en el estadio central.
