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Atención domiciliaria del VIH para niños

Atención domiciliaria del VIH para niños

¿Qué es el VIH?

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es el virus que causa el SIDA, la enfermedad del VIH en estado avanzado. La infección por VIH puede provocar que el sistema inmunitario del organismo no combata las infecciones tan bien como debería. Un niño con VIH necesita cuidados adicionales para mantenerse sano.

¿Cómo puede mantener sano a su hijo con VIH?

En la actualidad, muchos medicamentos están disponibles para inhibir o controlar el VIH. Estos medicamentos no curan la infección por VIH, pero pueden mantener el virus controlado o indetectable durante décadas. Una de las mejores formas de mantener sano a su hijo es asegurarse de que use estos medicamentos según las indicaciones de su profesional de la salud.

Otras ideas útiles incluyen las que usaría para cualquier otro niño, como las técnicas adecuadas para lavarse las manos. Las manos limpias ayudan a evitar que su hijo se resfríe y desarrolle otras enfermedades. Enséñele a su hijo a lavarse bien las manos a una edad temprana.

Mantener hábitos saludables puede prevenir enfermedades. Otras formas en las que puede ayudar a su hijo a mantenerse sano son las siguientes:

Nutrition (Nutrición)

Ayúdelo a consumir alimentos nutritivos. Esto permitirá brindarle a su hijo la energía y el respaldo al sistema inmunitario que necesita para mantenerse sano:

  • Dele a su hijo 3 comidas equilibradas al día y bocadillos saludables. Si tiene preguntas sobre la elección de alimentos saludables para su hijo, consulte con el profesional de la salud de su hijo o con un especialista en dietética.

  • Un especialista en dietética también puede ayudar si su hijo tiene problemas especiales para alimentarse o comer, como llagas en la boca, que hacen que comer sea doloroso.

  • Es una buena idea estar al tanto de las posibles interacciones de los alimentos con los medicamentos de su hijo.

Cuidado de la piel

Cuando su hijo tiene un corte o una llaga, la piel está expuesta a gérmenes y puede infectarse. Cuidar bien la piel de su hijo ayuda a prevenir infecciones y, por lo tanto, lo ayudará a estar sano. Tenga en cuenta lo siguiente al cuidar la piel de su hijo:

  • Evite lesiones, como cortes y raspaduras. Si ocurren heridas leves, límpielas y aplíqueles una pomada que contenga antibiótico. Cúbralas ligeramente con una venda para evitar que se infecten. Use guantes para evitar el contacto con la sangre de su hijo mientras cura la herida.

  • Mantenga la piel limpia lavándola diariamente con agua y jabón suave.

  • Mantenga saludables las áreas secas de la piel aplicando una crema humectante a diario.

  • Hable con el profesional de la salud de su hijo de inmediato si nota sarpullidos, llagas o cortes inusuales, o si algún corte no cicatriza normalmente. La dermatitis del pañal o las manchas blancas en la boca de su hijo pueden necesitar un tratamiento adicional.

  • Hable con el equipo de atención médica de su hijo si tiene alguna pregunta o inquietud especial sobre el cuidado de su piel.

  • Aplíquele protector solar y repelente de insectos a su hijo siempre que juegue al aire libre con la piel descubierta.

Descanso y relajación

Estar cansado y estresado puede hacer que su hijo sea más propenso a enfermarse. Tenga en cuenta lo siguiente para asegurarse de que su hijo descanse y se relaje lo necesario:

  • El juego habitual es importante para su hijo.

  • Planifique períodos de descanso y una hora fija para que su hijo se vaya a dormir.

  • Asegúrese de que su hijo duerma al menos 8 o más horas todas las noches.

  • Si su hijo parece preocupado o molesto, hable con un asesor, trabajador social o un capellán.

  • Si tiene preguntas especiales sobre las necesidades de descanso y sueño de su hijo, hable con su equipo de atención médica.

  • Tenga cuidado al permitir que su hijo tenga mascotas o tenga contacto con las mascotas de otras personas. Los niños nunca deben quedarse solos con animales sin la supervisión de un adulto. Hable con el profesional sanitario de su hijo sobre cualquier mascota que tenga ahora o antes de traer a casa cualquier mascota nueva.

Medicamentos

Tenga en cuenta lo siguiente para asegurarse de que su hijo reciba la medicación correcta:

  • Haga que su hijo tome los medicamentos exactamente como se los recetaron. Los pastilleros con divisiones pueden ser muy útiles.

  • Conozca las dosis de cada medicamento que debe administrarle a su hijo. No tenga miedo de hacer preguntas si esto le resulta confuso.

  • Planifique con anticipación para cuando necesite reponer medicamentos. No se quede sin medicamentos. Olvidar u omitir dosis puede hacer que el virus se vuelva resistente a los medicamentos que toma su hijo.

  • Hable con el profesional sanitario de su hijo sobre las vacunas de rutina recomendadas para él, así como para otros miembros de la familia y del hogar.

  • Si tiene preguntas o problemas sobre cómo debe tomar los medicamentos su hijo, hable con su equipo de atención médica.

  • Consulte con el profesional sanitario de su hijo antes de que tome nuevos medicamentos o deje de tomar otros.

¿Cómo se puede prevenir la propagación del VIH?

El VIH puede transmitirse de persona a persona cuando hay contacto con sangre o fluidos corporales infectados (fluidos rectales, leche materna, semen y fluidos vaginales). El riesgo disminuye a un nivel muy inferior si la persona con VIH está tomando su medicación y tiene una carga viral indetectable durante los últimos 6 meses como mínimo.

  • El VIH se puede propagar:

    • Al tener relaciones sexuales con una persona portadora del VIH

    • Al compartir agujas para drogarse

    • A los bebés nacidos de madres portadoras del VIH

    • A los bebés amamantados por una madre infectada por el VIH

    • A las personas que reciben sangre no analizada o hemoderivados que contienen VIH

    • Cuando una persona no infectada que tiene una herida abierta (membrana mucosa, tejido dañado) o un rasguño entra en contacto con la sangre o los fluidos corporales (fluido rectal, fluido vaginal, leche materna, semen) de una persona infectada

  • El VIH no se puede propagar por hacer alguna de las siguientes acciones:

    • Abrazar a una persona con VIH

    • Nadar en piscinas públicas o jacuzzis

    • Compartir un vaso

    • Compartir baños

    • Ir a la escuela

    • Tener contacto con saliva, orina, o lágrimas a menos que estos fluidos contengan rastros visibles de sangrado

¿Cómo cuida a un niño con VIH?

Debe utilizar las precauciones básicas para cualquier contacto con la sangre, ya sea que se sepa que su hijo está infectado por el VIH o no. Estas precauciones incluyen las siguientes:

  • Use guantes de látex o de vinilo cuando necesite tocar la sangre y los fluidos corporales de la persona infectada por el VIH.

  • Limpie los derrames de sangre y fluidos corporales con una mezcla de lejía y agua. Mezcle 1/4 de taza de lejía con 2 tazas de agua.

  • Lave la ropa manchada de sangre y fluidos corporales con agua y jabón. Se puede usar lejía o blanqueador sin cloro para ayudar a eliminar las manchas. Los artículos que no se pueden lavar deben guardarse en una bolsa de plástico y desecharse.

  • No comparta rasuradoras ni cepillos de dientes con una persona infectada por el VIH.

Si su hijo tiene el VIH, puede ayudarlo a prevenir la propagación de este virus enseñándole algunas reglas básicas, tales como manejar una hemorragia nasal o un corte:

  • Indíquele a su hijo que lleve siempre un pañuelo limpio.

  • Cubra bien el corte con el pañuelo.

  • No permita que nadie toque la sangre con las manos al descubierto.

¿Cuándo debería ver mi hijo a un profesional de la salud?

Es muy importante acudir a las citas médicas de su hijo. También necesitará saber cuándo llevar a su hijo para que lo atiendan cuando esté enfermo. Su hijo debe consultar a un profesional de la salud si:

  • Tiene 100.4 °F (38 °C) de fiebre o más, o según las indicaciones de su profesional de la salud

  • Tiene dificultad para respirar o tos

  • Presenta algún cambio en las deposiciones

  • Tiene alguna erupción cutánea que incluye dermatitis del pañal, llagas en la piel o en la boca, o manchas blancas en la boca

  • Tiene problemas de comportamiento

  • Sangra o sufre hematomas por causas desconocidas

  • Tiene dolor intenso

  • Tiene dolor de oído o secreción de líquido del oído

  • Estuvo en contacto con alguien que tiene una enfermedad contagiosa (especialmente varicela)

Hable con el profesional de la salud que atiende a su hijo para obtener más información.

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