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Con la mente en el juego: la salud mental y los deportes

Publicado el 09 de junio de 2021

La número 2 y fenómeno mundial en tenis, Naomi Osaka, recientemente abandonó el abierto francés antes del inicio del torneo luego de estar en desacuerdo con la idea de realizar ruedas de prensa, lo que ella cree que afecta su salud mental de forma negativa. En los días posteriores, el mundo de los deportes se vio conmocionado por el impacto de una jugadora estelar abandonando un torneo importante, pero también dio lugar a conversaciones acerca de la importancia de la salud mental en el deporte.

Como cirujana ortopédica pediátrica, a menudo veo lesiones relacionadas con la sobrecarga. A medida que los niños comienzan deportes competitivos organizados durante todo el año a edades más tempranas, vemos algunas lesiones deportivas con más frecuencia que antes asociábamos con jugadores más antiguos e incluso profesionales. Pero el anuncio en primera plana de Naomi Osaka pone de relieve el hecho de que nuestros niños también pueden ser susceptibles a lesiones mentales debido a la sobrecarga: el resultado de presiones constantes y crecientes para rendir más, lo que provoca una combinación tóxica de ansiedad, estrés y depresión que puede tener consecuencias en la edad adulta.

Permítanme comenzar diciendo que los beneficios del deporte en los jóvenes se ha investigado y documentado muy bien. Fomentar el deporte en los niños puede ayudar a desarrollar la confianza en sí mismos, y un sentido de trabajo en equipo y camaradería, alentar la actividad física y comprender qué significa ser un buen ganador y un buen perdedor.

No obstante, para obtener estos beneficios, como sucede en muchas habilidades, se debe contar con buen entrenamiento. Como padres y madres, maestros, entrenadores y aficionados, depende de nosotros ayudar a nuestros niños a equilibrar los altibajos del deporte de manera saludable. La comunicación arrogante, intimidatoria o de otra manera negativa puede alterar cualquier deporte que aprendan nuestros hijos, corroer la confianza en lugar de construirla, sembrando dudas en lugar de positividad y creando una cadena de pensamientos negativos dentro de la cabeza de ellos.

 

Como juega usted el juego

Piense en el deporte como en un microcosmo para crecer, un modelo que les enseña a los niños las lecciones de la vida en cuatro trimestres o dos sets o nueve entradas. Se trata de aportar las habilidades aprendidas a una situación de juego, los niños pueden desarrollar y aplicar los «mecanismos» de la vida al deporte que elijan. Por ejemplo, luego de ponchar, una joven jugadora de sóftbol puede arrojar su bate o resolver en calma que lo intentará nuevamente la vez siguiente. Después de ver a un compañero de equipo fallar un gol ganador, un jugador de fútbol puede responder con empatía o resentimiento.

De esta manera, la conocida frase, «No se trata de ganar o perder, sino de cómo se juega el juego» también se aplica en este caso. Nuestros hijos cometen errores. Depende de nosotros enseñarles cómo responder a estos de manera saludable. Como adultos, lo que les decimos a nuestros hijos es importante; se convierte en la voz interior de ellos. Aproveche la oportunidad de ayudarlos a que desarrollen sus habilidades en salud mental para toda la vida, cosas como controlar la ansiedad, lidiar con el estrés y reconocer cuando se pierde son habilidades importantes que pueden servir a nuestros niños más allá de un partido de campeonato. Y, del mismo modo que desarrollar los conceptos básicos en la práctica, practicar las habilidades en salud mental puede prevenir las «lesiones mentales por sobrecarga», como el agotamiento, la ansiedad y la depresión.

 

El viaje en automóvil al hogar

Como padre o madre, si usted está preguntándose cómo generar un efecto positivo, lo animo a que centre su atención en la vuelta a casa en coche. Si piensa en ello, esto puede resultar un momento preciado y valioso para padres e hijos, o un momento estresante. Ya sea que esté conduciendo a casa después de perder contundentemente o de haber logrado un triunfo alucinante, reconozca que el solo hecho de estar en el campo de juego puede ser estresante para su hijo. No se focalice en qué fue lo que se hizo mal, en cambio, escuche los comentarios de su hijo sobre lo que se hizo bien. Hable sobre qué esperan para la próxima vez. O hable de otra cosa que no sea deportes. Al hacerle saber a su hijo que, gane o pierda, usted está en su equipo, puede fortalecer su vínculo, sostener su salud mental y fomentar su amor por el deporte que practica. Recuerde que el equipo de salud de su hijo tiene una fortaleza excepcional: si usted nota cualquier cambio en el comportamiento de su hijo, entre otros, interrupción del sueño o cambios en los hábitos alimenticios, llame al pediatra para obtener ayuda profesional.

Y recuerde que, como padre o madre, usted es el primer y mejor maestro, y siempre su mayor admirador.

 

Acerca del autor:

Acreditado y especializado en ortopedia pediátrica, el doctor Kerry Loveland se unió a Valley Children's como cirujano ortopédico pediátrico en agosto de 2013, y es el director médico de Cirugía Ortopédica. Sus áreas de interés clínico incluyen todos los aspectos de la ortopedia pediátrica, así como también la medicina deportiva y el tratamiento de la escoliosis.