Descartar modal

Los niños, la escuela y la COVID-19: regreso a la escuela y al deporte


Niña en la escuela con una máscarilla

Las escuelas se preparan para volver a recibir a los estudiantes en las aulas y los campos de deporte, pero algunos padres tienen dudas sobre cómo reinsertar a su hijo en el ámbito escolar de manera segura. Valley Children’s Primary Care Group creó esta página para que sirva como recurso para los padres que necesitan más información sobre las medidas de seguridad en esta etapa de regreso al estudio y los deportes.

Si tiene alguna duda específica sobre la situación de su área en esta etapa de regreso a la escuela y los deportes, consulte en el departamento de salud local para conocer las pautas correspondientes a la fase de su condado.

Hoy más que nunca, es importante que su hijo tenga todas las vacunas al día, incluida la antigripal. Si tiene el calendario de vacunación completo, estará protegido contra aquellas enfermedades que se pueden evitar con vacunas.

Además de tener las vacunas al día, los niños pueden protegerse y proteger a sus compañeros, maestros y familiares si siguen manteniendo hábitos saludables para disminuir la propagación de gérmenes, como los siguientes:

  • Usar mascarilla.
  • Lavarse las manos con agua y jabón o aplicarse desinfectante de manos.
  • Si es posible, mantener distancia física de otras personas.
  • Quedarse en su casa si se sienten mal o estuvieron en contacto con alguien que tiene COVID-19.

Los estudiantes con discapacidades se vieron afectados de manera desproporcionada por los cierres de escuelas durante la pandemia de COVID-19, ya que en muchos casos los cierres interrumpieron los servicios de apoyo prestados en el ámbito escolar. Si su hijo sigue un Programa Educativo Individualizado, hable con la escuela antes de volver a enviarlo al campus con el fin de adaptar las medidas de seguridad a la modalidad de aprendizaje presencial.

Es importante entender que, si bien los estudiantes regresan a las aulas, durante algún tiempo la escuela puede seguir mostrando algunas diferencias con respecto a la situación previa a la pandemia. Anime a su hijo asegurándole que cuanto más colaboremos todos para frenar los contagios, antes volverá la escuela a ser el lugar al que estamos acostumbrados.

Además de regresar al aula, muchos estudiantes vuelven a practicar deportes de equipo. La práctica de deportes ofrece muchos beneficios a los niños y adolescentes; por ejemplo, para la salud física, la salud mental y el desarrollo social. Sin embargo, los equipos que se reúnan para prácticas o competencias deben tener en cuenta que las reuniones grupales aumentan el riesgo de exposición a virus como el del COVID-19, por lo que cada niño debe recordar lo siguiente:

  • Ir a ver al pediatra para que lo revise y le confirme que está en condiciones de volver a jugar.
  • Lavarse las manos con agua y jabón o aplicarse desinfectante de manos antes y después de realizar deportes o durante su práctica.
  • No compartir equipos, bebidas o bocadillos.
  • Evitar tocarse la cara o los ojos sin haberse lavado las manos.
  • Si es posible, mantener distancia física de otras personas.
  • Evitar trasladarse en grupo desde y hacia las prácticas y competencias.
  • Usar una mascarilla que le cubra la nariz y la boca, y se adapte bien a su cara.
    • Esta medida es particularmente importante si su hijo participa en actividades en interiores. Sin embargo, en el caso de algunos deportes, usar mascarilla supone un riesgo, porque puede mojarse, engancharse o enredarse. En estos deportes se les puede permitir a los jugadores que se quiten las mascarillas mientras realizan la actividad.
  • Evitar gestos como chocar las palmas, los puños o el pecho con otros jugadores.

Los niños no deben practicar o ir a ver deportes grupales o de equipo en los siguientes casos:

  • Se sienten mal o tienen síntomas de COVID-19, como fiebre de 100.4 o más, tos o dificultad para respirar.
  • Estuvieron expuestos al COVID-19 en los últimos 14 días (comuníquese con su médico para que le explique cómo hacer cuarentena).

Todos los que estén presentes en una práctica o competencia deben usar mascarilla, incluidos los árbitros, los preparadores físicos, los padres y los técnicos de los equipos. Los padres deben dar el ejemplo con las medidas de seguridad y aplicarse la vacuna contra el COVID-19 en cuanto esté disponible para su grupo con el fin de contribuir a frenar la propagación del virus y ayudar a que los niños vuelvan a ser niños.

Si desea más información sobre el regreso seguro a los deportes escolares y asesoramiento sobre los deportes autorizados según la fase de cada condado, consulte el sitio web del Departamento de Salud Pública de California.

Observación sobre los certificados de aptitud física y el COVID-19

De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría, los niños que obtengan un resultado positivo en la prueba de detección de COVID-19 deben recibir la autorización de un médico para poder volver a hacer ejercicio. Además, necesitan descansar por lo menos durante 10 días y pueden tardar entre 3 y 6 meses en recuperarse si les diagnosticaron síndrome inflamatorio multisistémico.

Antes de retomar la actividad, los niños deben hacerse una revisión para comprobar si tienen síntomas como dolor de pecho, dificultad para respirar, fatiga, latidos irregulares o desmayos. Estos síntomas podrían indicar que el niño sigue experimentando efectos persistentes de una infección por COVID-19.

Durante la pandemia de COVID-19, la ansiedad, el aislamiento y los cambios continuos causaron estrés en niños y adultos por igual, pero es posible que a los niños y adolescentes les haya costado más salir adelante. La pandemia los obligó a alejarse de sus amigos y sus actividades sociales, además de adaptarse a la educación a distancia.

Hable frecuentemente con su hijo sobre lo que siente. Generar un espacio seguro para que se comuniquen con claridad y sinceridad puede ayudarlo a compartir sus sentimientos. Si expresa una tristeza muy profunda o depresión, ansiedad, enojo o desesperanza, quizá sea hora de buscar ayuda profesional. Es importante comprender que cada niño se expresa de manera diferente, y esto también puede variar según la edad. Por ejemplo, cuando un niño no tiene la capacidad de decir con palabras lo que siente, puede expresar su enojo, frustración o depresión a través de su conducta. En el caso de los adolescentes, aunque sepan cómo expresar lo que sienten, es posible que eviten hablar de ello directamente porque se sienten incómodos o les causa sentimientos de culpa. Considere la opción de salir a caminar o hacer otra actividad junto con su hijo para abrir un canal de comunicación sin tener que mantener una conversación directa, cara a cara, sobre salud mental.

Si tiene alguna pregunta o duda sobre la salud mental de su hijo, hable con su pediatra. Este profesional podrá examinar a su hijo para detectar si tiene algún problema como depresión, ansiedad o un trastorno de adaptación, y podrá recomendarle la mejor manera de ayudar.

Riesgo de suicidio en niños y adolescentes

Si cree que su hijo muestra signos de riesgo de suicidio, pida ayuda de inmediato llamando a Lifeline, de la Red Nacional de Prevención del Suicidio, al 1-800-273-8255 (TALK), o enviando el mensaje "TALK" al 741741, la línea de mensajes para casos de crisis. Si su hijo se encuentra en una emergencia que pone en riesgo su vida, llame al 911.

Haga clic aquí para hallar otros recursos sobre salud mental en su comunidad.

Como padre, puede hacer mucho para ayudar a su hijo a volver a la escuela y retomar los deportes de equipo.

  • Dé el ejemplo. Usted es el primer y principal maestro de su hijo, así que muéstrele las actitudes que le gustaría que imitara. Use mascarilla. Lávese las manos. Mantenga distancia física de otras personas cuando esté fuera de su casa. Sea solidario. Explíquele a su hijo que usar mascarilla no solo lo protege a él, sino también a sus compañeros de clase y de equipo.
  • No olvide llevar a su hijo a ver al pediatra para que le haga controles preventivos o le aplique las vacunas necesarias. Su pediatra se ocupará de su salud física y también de la mental.
  • Ayude a su hijo a encontrar una mascarilla segura, que le quede bien y le cubra por completo la nariz y la boca.
  • Lave y desinfecte regularmente las mascarillas de su hijo, el equipo deportivo, el bolso donde lleve los libros y cualquier otro artículo que traslade hacia y desde la escuela y la práctica deportiva.
  • Cree un ambiente que su hijo considere seguro para hablar sobre sus sentimientos y donde esté dispuesto a buscar ayuda profesional si es necesario.