Colocar las fresas en una olla pequeña. Añadir el azúcar (o el edulcorante) y el jugo de limón. Cocinar a fuego alto hasta el primer hervor. Reducir el fuego a medio y triturar las fresas con una espátula, remover frecuentemente para evitar que se quemen o se peguen al fondo de la sartén.
Luego de unos 15 minutos, la mayor parte del líquido debería haberse evaporado. Cuando alcance la consistencia deseada, dejar enfriar y verter en un recipiente. Se puede refrigerar hasta 1 semana.