¿Qué sabe usted sobre el abuso de medicamentos recetados?
Los medicamentos recetados permiten tratar enfermedades mentales y físicas con eficacia y de forma segura. Sin embargo, algunos medicamentos pueden ser adictivos. Se puede abusar de muchos de ellos, pero ser consciente de los posibles daños puede ayudarlo a prevenirlos. Para obtener más información sobre el abuso de medicamentos recetados, responda este cuestionario. Se basa en información proporcionada por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
1. Cualquier persona, independientemente de su edad, ingresos, nivel de educación y género, puede abusar de los medicamentos recetados.
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La respuesta correcta es
Millones de estadounidenses consumen medicamentos recetados por razones que no son médicas. Esto incluye a los adolescentes y adultos jóvenes. Los adultos de entre 18 y 25 años son los que más abusan de los analgésicos opiáceos con receta. Es importante mantener todos los medicamentos fuera de la vista y en un lugar seguro. No los guarde en el botiquín del baño o en la encimera de la cocina. Los adultos mayores pueden correr un mayor riesgo de abusar de los medicamentos recetados. Esto se debe a que, por lo general, a ellos se les recetan más medicamentos que a los jóvenes.
2. Podría llegar a volverse adicto si sigue pidiendo recetas para un analgésico una vez que la enfermedad para la que fue prescrito se ha curado.
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Los analgésicos fuertes se recetan para un dolor moderado o intenso que no cede. Con el tiempo, un analgésico fuerte puede provocar dependencia física. Esto significa que el cuerpo se ha acostumbrado al medicamento y, Puede presentar síntomas de abstinencia si deja de tomarlo repentinamente. Se puede desarrollar dependencia física con ciertos medicamentos si se consumen durante un largo período de tiempo, incluso cuando se utilizan correctamente. Si desarrolla dependencia, puede ir dejando el medicamento de a poco. Esto ayudará a evitar los síntomas de abstinencia. Para dejar un medicamento adictivo de forma segura, pídale información a su profesional de la salud o farmacéutico. Ellos le dirán qué cantidad de medicamento debe tomar y cómo ir disminuyendo la dosis de forma segura. Es posible que tenga que hacerlo durante varios días o semanas. Por «adicción» se entiende un fuerte deseo de consumir el medicamento o la droga. Las personas adictas normalmente no pueden dejar de consumir sin ayuda.
3. La mayoría de las personas que toman medicamentos recetados para el dolor se vuelven adictas o físicamente dependientes de ellos.
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La mayoría de las personas no se vuelven adictas a un medicamento si lo usan para un propósito justificado y lo toman según las indicaciones. Para evitar problemas, nunca deje o empiece a tomar un medicamento sin hablar primero con su profesional de la salud. Tampoco cambie nunca la forma de tomar un medicamento sin consultarlo primero. No utilice la receta de otra persona ni tome más cantidad de un medicamento para aliviar más rápido los síntomas. Cuando el profesional de la salud le recete un nuevo medicamento, infórmele sobre todos los demás medicamentos que toma. Esto incluye vitaminas, hierbas y suplementos dietéticos.
4. Los medicamentos con los que más comúnmente se observa consumo excesivo y adicción son aquellos que afectan el estado de ánimo o el comportamiento cambiando la química del cerebro.
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El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas señala que los medicamentos recetados de los que más se abusa pertenecen a estos 3 tipos:
- Opioides. Son analgésicos como la oxicodona, la morfina y la hidrocodona.
- Depresores del sistema nervioso central. Se utilizan para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño.
- Estimulantes. Se suelen recetar para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
5. La adicción a los medicamentos recetados se suele desarrollar de forma gradual.
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Pero una vez que se instala, puede ser tan mortal como la adicción a ciertas drogas ilícitas. Por ejemplo, las personas que abusan de la oxicodona, vendida con el nombre «OxyContin», pueden inhalarla o inyectársela. Esto aumenta en gran medida su riesgo de sobredosis y otros problemas de salud.
6. El siguiente comportamiento puede indicar que está abusando de un medicamento: ocultar que continúa consumiéndolo una vez que la enfermedad ya se ha curado.
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Otra señal es intentar que 2 profesionales de la salud diferentes le den recetas para el mismo medicamento al mismo tiempo. Otra más es cambiar de farmacia para dificultar a los profesionales el seguimiento de la cantidad de medicamento que compra.
7. Además de tomar medicamentos, las personas que padecen dolor crónico deben trabajar junto con los profesionales de la salud que los atienden para encontrar otras formas de aliviar su malestar.
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Millones de ciudadanos estadounidenses padecen dolor crónico. Quienes se ocupan de su atención se esfuerzan por ayudarlos a aliviar el dolor evitando el riesgo de dependencia o adicción. Las alternativas a los analgésicos varían en cuanto a su eficacia. Van desde relajación y meditación hasta acupuntura y masajes. Hable con su profesional de la salud sobre cómo deshacerse de forma segura de los medicamentos que no utiliza. También puede consultar
página web de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) para ver cómo desechar los medicamentos no utilizados.
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8. Muchas personas que abusan de los medicamentos recetados también abusan del alcohol y de las drogas ilegales.
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Y estas combinaciones pueden ser fatales. Esto es especialmente cierto en el caso del consumo de medicamentos como los opioides y depresores del sistema nervioso central, como los barbitúricos y las benzodiacepinas. Miles de personas mueren cada año por el consumo de opioides recetados. Muchos también beben alcohol o toman benzodiacepinas junto con el medicamento opioide.
9. La mayoría de las personas adictas a los medicamentos recetados pueden dejar el hábito sin ayuda.
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Trabaje con su profesional sanitario, un asesor especializado en abuso de sustancias o un profesional de salud mental. Cualquiera de ellos puede acompañarlo para que lo haga en forma segura. El tratamiento puede incluir una combinación de desintoxicación, asesoramiento y otros medicamentos. Las parejas y los miembros de la familia pueden participar en el tratamiento para que tenga apoyo continuo. La adicción se considera una enfermedad de larga duración (crónica). Necesita atención y tratamiento a largo plazo, al igual que la diabetes o las enfermedades del corazón. El seguimiento es fundamental. Puede haber recaídas, y en esos casos necesitará apoyo y recursos. Para obtener más información sobre opciones de ayuda, llame a la línea directa de asistencia nacional de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias: 800-662-HELP (800-662-4357)
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