Los anticuerpos presentes en la leche materna protegen a los niños de muchas enfermedades e infecciones. Los niños que reciben leche materna también tienen menos probabilidades de sufrir de alergias u obesidad. La lactancia durante un mínimo de 6 meses también sirve para proteger a los niños del síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS).

La lactancia también ayuda a establecer un vínculo entre la persona que amamanta y su bebé, debido al estrecho contacto físico que involucra.

La lactancia materna ayuda al útero a contraerse después del parto. También reduce el riesgo de cáncer de mama en personas que aún no llegaron a la menopausia. Aunque las personas pierden un poco de masa ósea al amamantar por primera vez (porque la leche materna contiene calcio), la lactancia no aumenta el riesgo de osteoporosis. Con una dieta saludable, usted recuperará la densidad ósea una vez que deje de amamantar. En general, cuanto más tiempo amamante, más beneficioso será para usted y para su hijo. Las personas deben continuar amamantando durante un año o más, si así lo desean.

Antes de que su bebé nazca, consulte a su profesional de la salud sobre la lactancia materna. Lo más conveniente es comenzar a amamantar dentro de la primera hora después del nacimiento. Además, le recomendamos que pida quedarse con su bebé el mayor tiempo posible en el hospital. Durante ese tiempo, el bebé debe estar desnudo apoyado contra su pecho desnudo, haciendo contacto piel a piel, durante el mayor tiempo posible. Esto los preparará para la lactancia. Muchos hospitales tienen consultores en lactancia disponibles para ayudar a las personas que dieron a luz recientemente a amamantar. Consulte en su hospital si conocen algún grupo de lactancia materna en el área. Por lo general, estos grupos brindan asesoramiento y apoyo gratuitos a padres primerizos.

La prolactina estimula la producción de leche en las glándulas mamarias. La oxitocina estimula la producción de leche en las mamas. El estrógeno, presente en muchas píldoras anticonceptivas, puede disminuir la producción de leche. Se pueden utilizar muchos tipos de métodos anticonceptivos durante la lactancia materna. Consulte a su profesional de la salud qué métodos anticonceptivos puede utilizar durante la lactancia.

Al principio, la leche es de color amarillo o naranja. Contiene gran cantidad de nutrientes, células y anticuerpos para ayudar al recién nacido. La cantidad es poca, pero es todo lo que el bebé necesita en ese momento. La leche madura suele aparecer varios días después. Esta leche es un poco menos espesa y más blanca. A medida que sigue amamantando, la leche cambia para satisfacer las necesidades del bebé en crecimiento.

Los bebés que se alimentan con leche materna deben tomarla con mayor frecuencia que los que se alimentan con leche artificial, ya que la leche materna se digiere más rápidamente que la leche artificial. Los bebés deben recibir leche cuando tengan hambre, es decir, aproximadamente cada 2 o 3 horas mientras están despiertos. Es posible que los bebés demuestren que tienen hambre estando bien despiertos, abriendo y cerrando los labios, o frotando su boca. Llevarse las manos a la boca, hacer alboroto y llorar son señales de hambre que aparecen después. Alimentar al bebé cuando ya tiene demasiada hambre puede hacer que le resulte más difícil agarrarse al pezón al principio.

Después de la pérdida de peso normal que sigue al parto, es muy importante que haya un aumento de peso constante. La frecuencia con la que moja los pañales también es importante. La orina en los pañales debe ser de color amarillo claro, no amarillo oscuro o naranja. Las heces deben ser blandas y de color amarillo. Mientas esté amamantando, escuche con atención para asegurarse de que el bebé esté tragando la leche. La mandíbula del bebé debe moverse de forma lenta y constante mientras succiona y traga. Si un bebé está recibiendo suficiente leche, dormirá bien, pero estará alerta y sano cuando esté despierto.

No es necesario seguir ninguna dieta específica para amamantar. Lo mejor es obtener las calorías adicionales de alimentos saludables, tales como lácteos, cereales, frutas, verduras y proteínas. Debe beber líquidos siempre que tenga sed, pero no hay una cantidad establecida que deba beber para producir suficiente leche.

Muchos medicamentos son seguros durante la lactancia, pero debe consultar a su profesional de la salud antes de tomar cualquier medicamento o producto a base de hierbas. Los medicamentos también podrían afectar la producción de leche. No debe beber alcohol durante la lactancia. No debe fumar cerca de su hijo.

Una persona con VIH no debe amamantar, ya que podría transmitir la infección a su bebé. Las personas infectadas con el virus de la hepatitis C sí pueden amamantar a sus bebés. No existen evidencias de que el virus de la hepatitis C se transmita a través de la leche materna. Sin embargo, es posible que se transmita a través de la lactancia si los pezones de la persona están agrietados o sangran. Las personas con tuberculosis pueden amamantar siempre y cuando hayan recibido tratamiento. Las personas con diabetes también pueden amamantar, pero es posible que deban prestar más atención a su dieta para asegurarse de que sus niveles de azúcar en sangre no disminuyan. Si usted duda de si puede amamantar, consulte a su profesional de la salud.