«Un lugar seguro» para Samantha

Jordyn Leal conoce la intuición de madre. Su bebé, Samantha, tenía tres marcas de nacimiento que de repente aumentaron a más de 50 marcas en seis meses. También sabía que era extraño que su pequeña Sammy solo había aumentado cinco libras durante su primer año de edad. Si bien el consejo que recibió del primer pediatra fue que no se preocupara, Jordyn sabía que algo estaba mal.

Jordyn cambió a un pediatra quien realizó una remisión al departamento de genética de Valle.y Children's. A Samantha le diagnosticaron neurofibromatosis tipo 1, una enfermedad genética que afecta a una de cada 3,000 personas. Una imagen por resonancia magnética reveló que la enfermedad causaba un glioma del nervio óptico, un crecimiento cancerígeno en los nervios de los ojos de Sammy. El Dr. Clair Schmidt, oftalmólogo pediátrico de Valley Children's, confirmó que el glioma óptico afectaba el ojo derecho de Sammy.

«Mi marido y yo no podíamos creerlo. Conmocionó todos los aspectos de nuestra vida», dijo Jordyn. «Pero teníamos fe de que los médicos, y Dios, harían todo lo que fuera necesario por Sammy».

El Dr. David Samuel, neuroncólogo de Valley Children's, presentó un plan de tratamiento que calmó los temores de la familia. Con solo 13 meses de edad, Sammy recibió quimioterapia semanalmente durante todo un año. Una vez que se estabilizó luego de la primera ronda, salió de quimioterapia y continuó con sus sesiones de fonoaudiología, terapia ocupacional y fisioterapia.

Sin embargo, la enfermedad es compleja y crónica. La neurofibromatosis tipo 1 no solo provocó la aparición de un tumor detrás del ojo de Sammy, sino que también propició la aparición de otro tumor en el cerebro. Las complicaciones pueden desatar problemas de vista, convulsiones, dolores de cabeza, enfermedades infecciosas y dificultades de aprendizaje. Varias subespecialidades de Valley Children's, que incluyen neuroncología, medicina genética, oftalmología, neurología, enfermedades infecciosas y psicología, monitorean y tratan estas complicaciones. 

«Nos sentimos muy cómodos con el alto nivel de especialización de todos médicos aquí en Valley Children's.  Cuando presento inquietudes, siempre se toman el tiempo para responderlas. Sé que recibiré respuestas sinceras porque realmente demuestran que se preocupan. Y eso es muy importante. Lo último que deseo es sentir que no puedo hablar sobre la atención de Sammy. Agradezco el nivel de comodidad que tenemos».

Encontrar comodidad y confianza

En la actualidad, la niña de 4 años de edad, Sammy, se encuentra en un nuevo plan de quimioterapia. Sus médicos continúan monitoreando los efectos adversos de los medicamentos y realizan los ajustes necesarios hasta que ella vuelve a estabilizarse.

En su camino a la curación, Sammy se ha vinculado con muchos miembros del personal de Valley Children's. A veces, incluso se refiere a su especialista en vida hospitalaria infantil, Joy Johnson, como «su Joy», una manera afectuosa de llamar a sus médicos. Cuando ve una imagen de la jirafa George, sabe que viene de ellos.

«Después de tres años de venir para recibir tratamientos y terapias, el personal ya es parte de la familia. Es nuestro lugar seguro», continúa Jordyn. «Mientras conducimos y nos acercamos al hospital, Sammy se emociona y dice: "¡Mami, son mis médicos!". Adora al personal del hospital. Ellos nos hacen sentir que estamos haciendo lo correcto, que estamos tomando las decisiones acertadas».