Presentamos a Riley: una heroína de ECMO

Riley era una niña feliz y sana de 10 años que disfrutaba de ser parte del club de teatro de su escuela. Su mamá notó que comenzó a sentirse cansada a menudo y a dormir más de lo habitual. Y cuando los síntomas de Riley empeoraron con tos y dolores de pecho, la llevaron inmediatamente a la Sala de Urgencias (ED) de Valley Children's.

Cuando Riley llegó, tenía baja presión arterial y mal color de la piel. El equipo de atención médica también observó que Riley tenía latidos irregulares, estaba en colapso cardiovascular y que perdía la consciencia como resultado de su pobre circulación sanguínea. Inmediatamente, Riley empezó a recibir oxígeno, líquidos y medicamento de soporte vital para controlar su ritmo cardíaco. Otras pruebas confirmaron que Riley tenía miocarditis infecciosa, es decir, una inflamación del músculo cardíaco debido a una infección. Esto imposibilitaba que el corazón de Riley bombeara con normalidad.

Este diagnóstico oportuno condujo a un ingreso inmediato a la unidad pediátrica de cuidados intensivos (PICU), donde Riley recibió ECMO (conocido como "oxigenación por membrana extracorpórea"). Esta es una de las formas más avanzadas de soporte vital disponible para pacientes donde la máquina de ECMO asume las funciones del corazón y de los pulmones para proporcionar oxígeno al cuerpo.

"El equipo fue muy rápido, atento y comunivativo conmigo durante cada paso de la atención de Riley, desde que llegamos a la sala de urgencias", dijo Sarah. "Me explicaron que Riley recibiría ECMO y el tiempo se detuvo mientras estuvo en cirugía. Y justo cuando me quedaba sin esperanzas, alguien venía con novedades o para conversar, y sus palabras me volvían a hacer creer que Riley iba a estar bien".

Riley estuvo con ECMO durante siete días y fue dada de alta después de 21 días en el hospital. Un diagnóstico oportuno y el mayor nivel de atención de expertos salvó la vida de Riley.

"Sentí de verdad que el equipo de atención médica completo estaba tan dedicado a su supervivencia como lo estaba yo", agregó Sarah. "Riley forjó un vínculo especial con los médicos, que en cada cita de seguimiento fueron cálidos y agradables con ella, y por su pericia, compasión y apoyo, estaré por siempre agradecida".

En la actualidad, Riley tiene 14 años y ahora está disfrutando del club de teatro de la escuela secundaria. Le apasiona su trabajo como voluntaria en el banco de sangre local, donde se enorgullece de compartir su historia con otras personas.