La atención de su caso complejo le da a Landon nuevos motivos para sonreír

 

Jennifer y Jason Rice sintieron conmoción y miedo cuando se enteraron de que su hijo Landon nacería con labio leporino, un defecto que muchos creen que solo se presenta en los países en desarrollo.

Sin embargo, ese temor se disipó rápidamente cuando la pareja conoció a la Dra. Mimi Chao, cirujana plástica pediátrica de Valley Children's Hospital en Madera.

«Sabía exactamente de lo que hablaba, nos tranquilizó», recordó Jennifer.

«Había otros lugares a los que podríamos haber ido, pero elegimos Valley Children's, solo trabajan con expertos», comentó Jason sobre nuestro centro médico pediátrico, situado a unas dos horas de distancia de su casa de Atascadero.
 

Un equipo de expertos

El labio leporino o el paladar hendido son huecos anormales en el labio superior, el paladar o ambos. Suelen originarse cuando la cara y la boca no se forman correctamente durante el embarazo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cada año nacen en Estados Unidos unos 2,650 bebés con paladar hendido y 4,440 con labio leporino, con o sin paladar hendido.

La malformación puede causar problemas en la alimentación, el habla y la audición después del nacimiento. Las cirugías pueden ayudar a restablecer la función y el aspecto normales. La Dra. Chao es parte del único equipo especializado en afecciones craneofaciales y paladar hendido del centro de California aprobado por la American Cleft Palate-Craniofacial Association que trata este defecto de nacimiento tan común.

«Nuestro equipo integral, con gran experiencia, ayuda a preparar a los padres antes y después del nacimiento de un niño con paladar hendido y otras afecciones congénitas. Nos ocupamos de las necesidades individuales de cada niño a medida que van creciendo y a menudo los atendemos hasta que llegan a la edad adulta», explicó la Dra. Chao.
 

Nuevas razones para sonreír

Landon nació con un labio leporino bilateral, lo que significa que ambos lados de su labio superior estaban afectados. La cirugía que le realizaron para reparar esta grave anomalía a los 4 meses de edad le dio nuevas razones para sonreír.

«Ahora puede comer espagueti, beber con un sorbete y hacer burbujas», afirmó Jason, al tiempo que Landon sorbía largos fideos en la mesa de la cocina.

«Esta experiencia nos hizo redefinir la palabra "perfecto"; Landon era perfecto tal y como era. Valley Children's lo hizo aun más perfecto. Los famosos pagarían mucho dinero por una sonrisa perfecta como la suya», añadió Jennifer.

Es por eso que cuando Jennifer se enteró de que su próximo bebé también nacería con labio leporino y paladar hendido, afirmó: «Le dije a mi obstetra que no se preocupara, que la Dra. Chao lo arreglaría. Sabíamos que nuestro hijo Keaton estaría en las mejores manos».