Unimos fuerzas para vencer al cáncer 

«¡Mamá, mira, soy yo!», exclamó el pequeño Kash Saldana, de 5 años, cuando su padre David y su madre Esther lo llevaron a ver que se había convertido en una estrella local. Kash, con su amplia sonrisa y un corte de cabello impecable, ha aparecido en varios carteles publicitarios de Valley Children's Healthcare en todo el Valle. En la fotografía aparece junto a un perro, que le lame la nariz, y la leyenda «Kash. Libre de cáncer».

El cartel publicitario de Kash formaba parte de una campaña de Valley Children's para contar la historia de cómo los Saldana y Valley Children's consiguieron unir fuerzas para ganarle la batalla al cáncer.

Cartel de Kash

Esther nos cuenta su historia:

"Sabíamos que algo no iba bien", dice ella. «No quería comer. Sus piernas cedían». La joven pareja llevó a Kash de un pediatra a otro, pero la respuesta habitual no les convencía: «Son simplemente rabietas». Joven, pero no ingenua, su madre sabía que había algo más que no estaba bien. «Como madre, sabes que a tu hijo le pasa algo. No sabes por qué, pero lo sabes», asegura Esther.

A Kash le salió un sarpullido de puntitos rojos y empezó a vomitar. Y seguía sin poder caminar. Esther y David reunieron a los niños y llevaron a Kash de inmediato al Departamento de Urgencias Pediátricas de Valley Children's Hospital. «En urgencias, cuando vieron el sarpullido, dijeron que eran petequias», cuenta Esther. «Y nada más verlo, nos hicieron pasar por delante de todo el mundo. Los médicos le hicieron análisis de sangre y tuvimos los resultados enseguida».

"Lo rápido que te puede cambiar la vida con tan solo dos palabras", agrega Esther. En el caso de Kash, esas dos palabras fueron: «Tiene leucemia». Pero el hijo de los Saldana no tenía una leucemia cualquiera. Tenía leucemia de Burkitt, un cáncer de la sangre muy agresivo que circula por la médula ósea y la sangre con glóbulos blancos defectuosos.

Empezó quimioterapia apenas dos días después», recuerda la mamá. «Debía comenzar de inmediato y todos los médicos estuvieron a la altura». Kash empezó el tratamiento con dos oncólogas y hematólogas pediátricas, las Dras. Wendy Tcheng y Vonda Crouse.

«Modificamos el plan de tratamiento para la leucemia de Burkitt», señaló la Dra. Crouse. «Obtenemos mejores resultados si la tratamos de forma más agresiva durante un período de tiempo más corto». Mientras que algunos pacientes pueden descansar entre las sesiones de quimioterapia, Kash recibió tratamiento sin descanso de enero a mayo de 2014. Su equipo de atención médica hizo todo lo posible para que Kash estuviera entre el 92% de los niños que superan la enfermedad con este nuevo tratamiento más agresivo. Esto significa que Valley Children's fue durante un tiempo el segundo hogar de los Saldana.

«Los padres de Kash estuvieron siempre aquí para brindarle apoyo durante el largo tratamiento con quimioterapia. Su presencia hizo posible su progreso», aseguró la Dra. Crouse.

El personal de apoyo del equipo de atención médica y del de enfermería fueron vitales para la experiencia diaria de los Saldana en el Hospital. «No fueron solo los médicos, los enfermeros, los coordinadores asistenciales y los asistentes sociales. Los auxiliares de atención al paciente también fueron increíbles», afirmó David. «Se aseguraron de que nos cuidáramos nosotros mismos para poder estar disponibles para Kash». Esther coincide con él: «Nos hemos encontrado con un trabajo en equipo maravilloso».

«Kash recibió quimioterapia durante cinco meses», cuenta su mamá. «Le salieron llagas dolorosas en la boca y le costaba horrores comer». Pero la familia no se rindió y le brindó todo el apoyo que necesitaba para luchar.

«Fue duro ver cómo se le empezaba a caer el cabello», reconoce David. «Siempre había llevado el mismo corte». Ahora, Kash luce un cabello tupido y un corte moderno, con un rapado rebajado y una raya bien definida, tal y como lo llevaba antes.

Kash recuerda muy poco de su experiencia en el Hospital. «Me hice daño», dice simplemente mientras presiona con suavidad una pelota de goma azul en la frente de su hermano David.

Su madre sonríe y dice cariñosamente: «Kash no es solo un travieso». Cuando escucha su nombre, Kash se marcha con el teléfono de su madre hacia una habitación para ver su video musical favorito. Su madre va al rescate. «Él es el líder. Cuando jugamos, yo tengo mi turno y él cinco».

El 27 de junio de 2014, los Saldana celebraron el final del tratamiento con quimioterapia de Kash. «No tuvimos la sensación de que había terminado hasta que pasaron un par de meses», añadió Esther. «Empezó a caminar de nuevo y nos dimos cuenta de que quizá ya estaba fuera de peligro».

«Estamos contentos de que gracias a la experiencia de Kash otras familias puedan recibir ayuda para sus hijos cerca del lugar donde viven», expresa Esther, refiriéndose a la red creciente de Valley Children's Healthcare, que brinda atención en todo el centro de California. «Estamos agradecidos de que Valley Children's esté aquí», afirma David.