Como padres, a menudo nos encontramos en situaciones estresantes. Hoy el mundo puede parecer un lugar ajetreado, en constante cambio y movimiento. Los calendarios suelen estar sobrecargados de trabajo, estudio, actividades y otros compromisos. Las tecnologías digitales de todo tipo se disputan constantemente nuestra atención, especialmente en este mundo de aprendizaje y trabajo a distancia. Todos los cambios y desafíos que surgieron a raíz del COVID-19 han alterado las rutinas en las que confiábamos y, a veces, todos estos factores juntos pueden marearnos.
Quizá le sorprenda saber que los niños experimentan sentimientos similares de estrés, ansiedad y agobio. Además, los niños son muy sensibles al entorno que los rodea; por lo tanto, pueden percatarse del estrés que usted siente, especialmente si afecta su estado de ánimo y la forma en que usted interactúa con ellos.
¿La buena noticia? Hay varias técnicas que los adultos y los niños pueden utilizar para intentar controlar el estrés y la ansiedad, y pueden emplearse en casa sin equipos ni capacitación especiales. Una de estas técnicas se denomina «conciencia plena».
¿Qué es la conciencia plena?
La conciencia plena es la práctica de estar completamente presente en el momento. Requiere que haga una pausa, respire, internalice el mundo que lo rodea y reconozca los diversos pensamientos, sentimientos y sensaciones que deambulan por su cabeza en ese momento.
Practicar la conciencia plena puede ser beneficioso para los adultos y los niños por igual. Puede enseñarle a nuestra mente a desacelerarse y concentrarse en lugar de correr de una tarea a otra o de preocupación en preocupación. Al desacelerarnos y estar presentes, podemos tomar decisiones con la mente clara, acercarnos a los demás con más paciencia y reducir nuestros propios niveles de estrés. A los adultos, la conciencia plena puede ayudarnos a concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos, ya sea estar presentes mientras jugamos con nuestros hijos o prepararnos para esa importante presentación en el trabajo. A los niños, la conciencia plena podría ayudarlos a concentrarse en clase o controlar la ansiedad por un examen.
Es importante saber que la conciencia plena, al igual que cualquier habilidad, se aprende con el tiempo mediante la práctica. Si aprenden técnicas de conciencia plena desde pequeños, los niños pueden practicar a medida que crecen y generar una base de control del estrés y de autorrelajación que beneficie su salud mental y la capacidad de recuperación a largo plazo.
Actividades de conciencia plena para hacer juntos
Elija un lugar tranquilo de la casa o algún lugar al aire libre y destine al menos 10 minutos cada día a la práctica de la conciencia plena. Con el tiempo, es posible que su hijo se sienta más cómodo haciendo actividades de conciencia plena solo.
A continuación, le cuento dos de mis actividades de conciencia plena favoritas para padres e hijos.
1. ¿Qué hay en la bolsa?
Esta actividad para reducir la ansiedad es perfecta para niños más pequeños porque concentran su energía y atención en cosas que pueden tocar físicamente, en lugar de tener que pedirles que describan cosas intangibles, como pensamientos o sentimientos.
- Coloque algunos objetos comunes de la casa en una bolsa que no permita ver lo que hay en su interior.
- Usando solo el sentido del tacto, haga que su hijo los toque y describa lo que siente.
2. Observar cinco cosas
Esta actividad, que a menudo se denomina «conexión», es una excelente manera de reducir la ansiedad en los niños, adolescentes y adultos. Tomarse unos minutos para observar el mundo que lo rodea puede ayudarlo a regresar al presente.
- Siéntese con su hijo donde quiera que esté.
- Juntos, respiren profundamente unas cuantas veces, luego miren lentamente a su alrededor y observen cinco cosas.
- Túrnense para compartir lo que vieron.
- También puede practicar con cinco cosas que escucha o siente.
Para conocer más actividades de conciencia plena y obtener más información sobre las numerosas conexiones entre la salud física y la mental, visite valleychildrens.org/360me.
Acerca del autor:
La Dra. Carmela Sosa ha ejercido la pediatría en ámbitos de salud tanto urbanos como rurales, siempre concentrada en los niños con necesidades especiales de atención médica y en la salud mental pediátrica. Se incorporó al Charlie Mitchell Children's Center de Valley Children's en abril de 2012 para proporcionar atención primaria a pacientes con enfermedades complejas en el Valle. Sus funciones se ampliaron en 2016 para incluir las de directora adjunta del Programa de Residencias de Valley Children's Pediatric, y nuevamente en 2019, las de directora médica de Atención Primaria de Valley Children's y directora médica de The Guilds Center for Community Health.
