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Quedarse en casa para las fiestas

Publicado el 21 de diciembre de 2020

Las fiestas siempre evocan una calidez nostálgica que no se compara con ninguna otra época del año. Es el momento en que agradecemos a quienes significan mucho para nosotros, reconocemos nuestras bendiciones y nos relajamos mientras transitamos los últimos días del año.

Cuando el COVID-19 comenzó a afectar nuestra conciencia colectiva a comienzos de este año, muchos de nosotros (y me incluyo) nunca previmos que estaríamos en una situación en la que consideraríamos seriamente quedarnos en casa para las fiestas. No es que no prestara atención a la crisis, que iba empeorando. Se debió más bien a que en mis entrañas creía que nada, ni siquiera el COVID-19, podía alterar la acogedora seguridad de la época navideña y la bendición absoluta de contar con la famosa cazuela de papas con queso de la tía Mary el día de Navidad.

Pero ahora, nueve meses más tarde, muchos de nosotros hemos tomado, o estamos tomando, la difícil decisión de renunciar a una gran reunión en las fiestas de este año. Para mí, la tristeza por no ver a mis familiares ha sido reemplazada por la tranquilidad que me da el saber que no reunirnos este año los mantendrá a salvo, y que pronto podremos juntarnos cuando podamos abrazarnos y conversar sin preocupaciones.

Si elige no hacer grandes celebraciones para las fiestas este año, igual hay muchas maneras de lograr que sean especiales. Las siguientes son solo algunas de las ideas que implementaremos en mi propia familia:

  • Ayudar a las personas necesitadas, o a los trabajadores de primera línea. Haga una donación a una organización de beneficencia que ayude a las personas que están atravesando dificultades en este duro momento, o done a una organización que apoye a los trabajadores de primera línea. Hágales saber que valora lo que hacen y que pensará en ellos en estas fiestas.
  • Organizar un videochat con la familia. A esta altura, ya somos todos casi profesionales en esto. Pero esta vez, diviértase: organice un concurso de suéteres feos o intente jugar a las adivinanzas o al Pictionary por Zoom.
  • Hacer una maratón de películas navideñas. Mirar películas navideñas es una de mis actividades favoritas en las fiestas (las preferidas de mi familia son «Arthur Christmas» y «Home Alone»).
  • Hornear galletas navideñas. Como nunca en la vida tuve éxito en la preparación de galletas dulces, siempre admiré a las personas que pueden hacerlo. Este puede ser el año en que domine esa receta de galletas o en que aprenda por fin a decorar con glaseado real.
  • Preparar una receta familiar favorita. Intenten recrear un plato favorito en su familia (como la cazuela de papas con queso de la tía Mary).
  • Planear un viaje divertido para cuando sea seguro hacerlo. Proponga ideas de viajes junto con su familia para cuando todos puedan volver a reunirse. No solo es un tema de debate divertido; también significa que una vez que sea seguro volver a reunirse, ya estarán un paso adelante.
  • Cerrar el año tomándose ese tiempo que tanto necesita para mimarse. Seamos sinceros: este año ha sido realmente duro. Cada uno de nosotros se merece un tiempo para sí mismo, para hacer cosas que sean especiales para nosotros individualmente. Reserve tiempo para hacer cosas que lo hagan feliz y, así, recargar energía para el año que tiene por delante.

Sin embargo, si elige celebrar estas fiestas, tenga en cuenta que uno de los mayores regalos que tenemos es nuestra salud. Recuerde: use mascarilla, evite las multitudes y lávese las manos. Y regálese una Navidad sencilla pero saludable.

 

Escrito por Betsey H., integrante del equipo de Comunicaciones de Marketing de Valley Children's