A partir de los 2 años, los niños tienen un paladar más variado y les interesa probar nuevos alimentos. Como padres, es importante asegurarnos de ofrecerles alimentos saludables a nuestros hijos. Los primeros dos años de vida son un momento crítico para formar los hábitos alimentarios que un niño tendrá a lo largo de su vida. Y a esta edad, los niños comen pequeñas cantidades, por lo que el valor nutricional de cada bocado es importante.
La realidad no tan dulce acerca del azúcar
Algo muy importantes que debe tener en cuenta es la cantidad de azúcares agregados en la alimentación de su hijo. Los azúcares agregados son edulcorantes agregados a los alimentos y bebidas, por lo que no son azúcares que se producen de forma natural.
Cuando pensamos en los azúcares agregados, tendemos a olvidar que las bebidas pueden estar cargadas de ingredientes dulces y con muy pocos nutrientes. De hecho, según una encuesta nacional de nutrición, casi un cuarto de las calorías diarias de azúcares agregados provienen de bebidas endulzadas con azúcar, como las gaseosas, las bebidas deportivas y el jugo. ¡Eso es un 5% más que el azúcar agregada diaria de los postres! Es por esto que la academia American Academy of Pediatrics recomienda no darles jugo a los niños menores de 1 año, no más de 4 onzas de jugo al día a los niños entre 1 y 3 años y un máximo de 4 a 6 onzas diarias a los niños mayores de 4 años.
Si elige darle jugo a su hijo, asegúrese de que sea 100% de fruta. También puede diluir el jugo con agua para reducir las calorías. O bien, puede ofrecerle agua saborizada sin absolutamente nada de azúcar agregada. O mejor aún, agrege pedazos de frutas frescas al agua para obtener una infusión de sabor natural.
Grasas saludables y no tan saludables en los alimentos
Vayamos a otro componente a tener en cuenta: la grasa saturada. Esto puede ser confuso para muchas personas porque la grasa es una parte importante de una alimentación saludable. Las fuentes saludables de grasas, como los aguacates, el pescado, los frutos secos y los aceites vegetales, son importantes para el crecimiento y el desarrollo, pero las grasas saturadas, que se consideran menos saludables, deben limitarse.
Una manera fácil de eliminar las grasas saturadas de la alimentación de su hijo es limitar la cantidad de alimentos procesados que comen todos los días. Cuando se trata de alimentos, los mejores son los frescos. Una manera fácil de hacerlo es cambiar los alimentos no saludables por alternativas saludables.
Usted podría preguntarse: ¿Cómo sé cuánto azúcar agregada y grasas saturadas hay en los alimentos de mi hijo? ¡La respuesta está justo ahí en la etiqueta de nutrición! La etiqueta de información nutricional (Nutrition Facts) muestra qué tan grande es una porción para adultos, cuántas calorías hay en una porción y qué porcentaje de esas calorías provienen de grasas saturadas, sodio y azúcar, junto con muchos otros nutrientes importantes.
Para los padres de niños pequeños, es importante entender que las porciones para ellos son muy diferentes de las porciones para adultos. La academia American Academy of Pediatrics cuenta con excelente información acerca de las porciones correctas para niños pequeños, aquí.
¡Tomar decisiones saludables sucede en cada comida y con cada bebida! Recuerde: en el caso de los niños en crecimiento, cada bocado y cada sorbo cuenta. Si tiene alguna pregunta sobre las necesidades alimenticias de su hijo, comuníquese con su pediatra para obtener más información.
Acerca del autor:
El Doctor Aldrin Insorio es pediatra en San Dimas Pediatrics en Bakersfield, miembro de Valley Children's Primary Care Group. Él cree en servir no solo como pediatra, sino como promotor tanto de la buena salud como del bienestar de los niños.