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Más que palabras: por qué son importantes los pronombres

Publicado el 02 de junio de 2022

Hola. Mi nombre es Nikki y mis pronombres son ella, a ella y de ella.

¿Alguna vez le han llamado por un nombre equivocado o le han dado una identidad que no es la suya? Si le ha sucedido, sabe lo incómodo que puede hacerle sentir. A veces es bastante fácil corregir a la otra persona y otras veces no lo es. Hay muchos factores que influyen en qué tan cómodas y seguras o qué tan incómodas o inseguras puedan sentirse las personas en su entorno.

Ahora imagine que otra persona juzgue mal un aspecto fundamental y enorme de lo que usted es, como su identidad sexual. Para muchos de nosotros, nuestra identidad sexual corresponde al sexo que nos asignaron al nacer. El término para esto es cisexual. Pero para muchos otros, este no es el caso. En el caso de las personas transexuales y las personas no binarias, el sexo que se les asignó al nacer no refleja quiénes son, y puede ser sumamente doloroso y estigmatizante cuando nos referimos a ellas incorrectamente.

Los pronombres son la forma más obvia en la que nos referimos acerca de la identidad sexual de alguien. Si usted es cisexual, puede pensar que esto parece muy fácil. Sin embargo, la suposición de que se puede determinar la identidad sexual de alguien usando un pronombre, tan solo mirándolo o viendo su nombre por escrito puede tener sentido al principio, pero en realidad es imposible de hacer. La realidad es que la única manera en que conocemos realmente el pronombre de alguien, o su identidad sexual, es si le preguntamos o nos lo dice.

De acuerdo con la encuesta Trevor Project's 2020 National Survey on LGBTQ Youth Mental Health, 1 de cada 4, o el 25%, de los jóvenes LGBTQ no utilizan los pronombres él o ella.


Este número es mucho más alto de lo que la mayoría de las personas piensa, y tampoco refleja los jóvenes transexuales que sí los usan. Por ejemplo, muchas niñas trans (personas a las que se les asignó el sexo masculino al nacer, pero cuya identidad sexual es femenina) usan el pronombre ella, y muchos niños trans (personas a las que se les asignó el sexo femenino al nacer, pero cuya identidad sexual es masculina) usan el pronombre él.

La razón más obvia es porque todos nosotros merecemos ser tratados con dignidad y respeto, y hacer que otros respeten nuestra identidad. Si alguna vez alguien se equivocó acerca de su identidad, aunque no haya sido intencionalmente, tal vez se recuerde lo difícil que fue para usted. Para los jóvenes trans, incluso puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

El suicidio es la segunda causa principal de muerte de adolescentes en los Estados Unidos, y los jóvenes LGBTQ+ tienen un riesgo mucho más alto que sus compañeros cisexuales y heterosexuales. De hecho, según Trevor Project, el 50% de los jóvenes LGBTQ entre los 13 y los 17 años contemplaron suicidarse el año pasado y el 18% lo intentaron. Entre los jóvenes transexuales, el riesgo de suicidio es el doble que el de sus compañeros cisexuales del grupo LGB, y cuatro veces el de sus compañeros cisexuales y heterosexuales. Es importante señalar que, por preocupantes que sean estas tendencias, tampoco se manifiestan por igual entre diferentes grupos raciales y étnicos. Los jóvenes indígenas, de Oriente Medio, del Norte de África, afroestadounidenses e hispanos intentan suicidarse en índices mucho más altos que sus compañeros de raza blanca.

Todos sabemos que hay una crisis de salud mental en los jóvenes de este país, y sabemos que entre nuestros jóvenes LGBTQ+, especialmente los de color, la situación es aún más grave. ¿Qué podemos hacer entonces?

Podemos crear entornos de apoyo para nuestros jóvenes LGBTQ+. La forma más directa de hacerlo es respetar sus identidades y sus pronombres. Muchas personas se preocupan de equivocarse, pero todos cometemos errores. Lo que es más importante es que preguntemos, escuchemos, intentemos, y si cometemos un error, que lo reconozcamos, pidamos disculpas y nos esforcemos más en la siguiente ocasión.

También es importante tener en cuenta que debemos normalizar el uso de pronombres para todos. Como dije, la única manera de conocer el pronombre de alguien es si usted se lo pregunta o si esa persona se lo dice. Esto significa que los pronombres no son solo para los jóvenes transexuales y no binarios, sino para todos. Al principio puede sentirse extraño, pero si se acostumra a presentarse con su nombre y los pronombres, como lo hice yo aquí, empieza a hacerlo normal y muy rápidamente. Esto incluye reuniones virtuales, correos electrónicos, cartas y otras formas de comunicación. Puede guardar una firma de correo electrónico o un nombre de pantalla para que no tenga que recordarlo todas las veces.
 

«Muchas personas se preocupan de equivocarse, pero todos cometemos errores. Lo que es más importante es que preguntemos, escuchemos, intentemos y, si cometemos un error, que lo reconozcamos, pidamos disculpas y nos esforcemos más en la siguiente ocasión».

- Doctora Nicole Webb


Crear un entorno de apoyo no es solo lo correcto, sino que mantiene a los niños transexuales y no binarios más seguros. De hecho, un estudio reveló que, en el caso de los jóvenes transexuales y no binarios, el uso del nombre y los pronombres elegidos dio lugar a una reducción del 29% en la idea de cometer suicidio y de un 54% del comportamiento suicida. Es cierto donde los niños viven, aprenden y juegan, por lo que las escuelas, las organizaciones comunitarias y los grupos de fe desempeñan un papel importante. Sin embargo, el hogar es el entorno más importante en el que un ambiente de apoyo protege contra el riesgo de suicidio transexual. No obstante, menos de 1 de cada 3 jóvenes transexuales informan que viven en un entorno familiar que apoya su identidad sexual.

Detrás de todo esto hay una verdad fundamental: ser transexual o no binario no es una opción, pero nuestro uso, o no, de los pronombres que nuestros hijos nos dicen que reflejan quiénes son, es una opción. Y es una que podría salvar la vida de nuestros hijos.

 

Acerca del autor:

La doctora Nicole Webb se unió a Valley Children's en agosto de 2012 como especialista en medicina hospitalaria pediátrica. A la Dra. Webb, certificada en las especialidades de pediatría general y en medicina hospitalaria pediátrica, le apasiona la atención centrada en el paciente y en la familia, la educación médica, la igualdad sanitaria y la defensa de los pacientes. En sus diversas funciones de liderazgo, procura hacer oír las voces de los pacientes y sus familias, especialmente las de aquellos que a menudo no son oídas, en todo lo que hace. Ha dirigido iniciativas organizacionales en materia de diversidad, igualdad e inclusión, particularmente relacionadas con la creación de entornos de apoyo para los jóvenes de la comunidad LGBTQ+. Se dedica a la educación para residentes y estudiantes de medicina, y a ayudar a la próxima generación de médicos a convertirse no solo en excelentes médicos, sino también en abogar firmemente por nuestros hijos, tanto dentro y, aún más importante, fuera de las paredes del hospital.