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Conversando con médicos: cómo priorizar la salud mental

Publicado el 30 de julio de 2021

Cada vez más estrellas deportivas salen a hablar sobre la importancia de la salud mental y, en este contexto, nos encontramos con la Dra. Amanda Suplee, psicóloga pediátrica de Valley Children's, para que nos cuente más sobre el creciente debate nacional acerca de la priorización de la salud mental.

 

Cada vez más deportistas deciden plantear el concepto de que «la salud mental es salud». ¿Qué opina de esta tendencia y qué podemos aprender el resto de nosotros de ella para aplicar a la salud mental fuera de los deportes competitivos?

Creo que es buenísimo. El mensaje de que la salud mental es salud es algo que hace mucho tiempo que estamos intentando instalar nosotros, los profesionales de la salud mental. Agradezco que esté recibiendo la atención de los medios porque es un mensaje muy importante. Y es especialmente útil que una celebridad o un atleta profesional promuevan este mensaje, ya que puede ser más contundente para los niños y los adultos que los idolatran. Hace que la gente se sienta apoyada y decida dedicarse a su propia salud mental.

Independientemente de la situación, ya sea en la escuela, el trabajo o los deportes competitivos, a menudo hay presiones para lograr algo o para dejar de lado nuestras necesidades con el fin de alcanzar un objetivo. Es muy importante dar un paso atrás y poder detectar que algo no es bueno para nuestra salud mental. En realidad, priorizar la salud mental es beneficioso para nuestro futuro y puede ayudarnos a lograr más. Si no le damos el lugar que merece, tarde o temprano nos pasará factura y llegaremos al límite.

 

¿De qué manera pueden ser buenos el estrés o la presión (en los deportes o en la vida en general)? ¿Cuándo pueden ser perjudiciales? ¿Y cómo podemos identificar en qué casos el estrés está siendo útil o dañino?

El estrés en sí mismo no es ni bueno ni malo: es una señal de que algo nos importa mucho. Por ejemplo, si nos importa que nos vaya bien en un examen de la escuela, el estrés que experimentamos nos motivará a estudiar más.

Nos preocupamos por el estrés cuando afecta nuestra funcionalidad, cuando interfiere con nuestra capacidad de hacer las cosas que necesitamos o deseamos hacer. Siguiendo el ejemplo del examen, si sentimos mucho estrés, podemos dudar de nosotros mismos o no estudiar nada y, por ende, nos iría mal. El estrés debería ser un instrumento que usemos para entender nuestras necesidades, no algo que nos controle.

Algunas señales de que el estrés es perjudicial incluyen: no poder completar tareas o responsabilidades, sufrir cambios en el sueño o el apetito, sentir mayor irritabilidad, sentirse estancado o sobrepasado, no poder controlar la preocupación o experimentar cambios de conducta.

 

¿Qué le diría a alguien que espera que un niño «se la aguante» o le dice «ya se te va a pasar» en lugar de ocuparse de su salud mental?

Si bien es importante enseñarles a los niños a superar los desafíos o enseñarles que son capaces de hacer cosas aunque sean difíciles, cuando hay un problema de salud mental no quieren faltar al entrenamiento solo porque están cansados. Que estén visiblemente angustiados es signo de una inquietud más grande. Si tuvieran un tobillo quebrado, no les pedirían que entrenen. Tenemos que pensar en la salud mental de esta forma. Es importante priorizarla. Está bien tomarse un descanso. Es probable que los niños rindan mejor luego de un descanso que si se los presiona cuando no están mentalmente preparados.

 

¿Qué le diría a una persona que considera que alguien que prioriza la salud mental sobre la competencia está «abandonando»?

Hay una diferencia entre abandonar y dar un paso al costado para ocuparse de uno mismo. Si alguien tuviera una lesión física, se tomaría un tiempo de descanso para recuperarse. A un jugador que se lesiona no le dirían que está abandonando al equipo, y lo mismo debería suceder con la salud mental. Si un niño quiere dejar de practicar un deporte porque no es bueno para su salud mental, nosotros como cuidadores tenemos que apoyarlo. Hay que elogiarlo por reconocer sus necesidades y ayudarlo a participar en algo que disfrute y que sea mejor para su salud mental.

 

Luego de dar un paso al costado para concentrarnos en la salud mental, ¿cómo podemos alentarnos entre nosotros o alentar a nuestros hijos a seguir adelante?

En general, es más probable que alguien desee seguir adelante si tuvo la oportunidad de dedicarse a cuidar su salud mental. Como cuidadores, podemos ser un modelo para nuestros niños, ya que verán en nosotros cómo es tener dificultades con algo, dar un paso al costado y luego seguir adelante. Los niños aprenden del ejemplo que dan los adultos que los rodean. Podemos trabajar con ellos para tratar de que incorporen habilidades de adaptación para sobrellevar las dificultades. Es importante detectar en qué momento se necesita ayuda adicional y buscar apoyo para tratar la salud mental.

 

¿Algún comentario final?

Como sociedad, necesitamos seguir trabajando en el mensaje de que priorizar nuestra salud, mental y física, no es ser egoístas. Si estamos sufriendo, esto no nos afectará solo a nosotros, sino también a quienes nos rodean. Está bien no sentirse bien, y pedir ayuda.

 

Acerca del autor:

La doctora Amanda Suplee se unió a Valley Children's como psicóloga pediátrica en el 2017, y tiene una vasta experiencia en hospitales de niños. Se especializa en trabajar con niños que padecen enfermedades crónicas y psicológicas simultáneas.