Insignia del Mes de la Salud Mental

Cómo hablar con su hijo sobre salud mental

 

Prepare el ambiente

Las conversaciones con niños y adolescentes suelen ser mejores cuando se realizan en un lugar donde se sienten seguros y cómodos. Trate de minimizar las distracciones externas, como teléfonos u otros dispositivos electrónicos. Si lo plantea más como una conversación que como una especie de conferencia, es más probable que su hijo comparta con usted sus pensamientos y sentimientos.

Elija con prudencia sus palabras

A muchos de nosotros nos enseñaron que la mente y el cuerpo están separados el uno del otro, pero eso no podría estar más lejos de la verdad. Está bien documentado que las personas con enfermedades médicas crónicas tienen mayor riesgo de padecer problemas de salud mental como ansiedad o depresión, mientras que la salud mental precaria es un factor de riesgo para sufrir enfermedades físicas crónicas. Por lo tanto, a menudo es útil recordarles a los niños, y a nosotros mismos, que la salud física y la mental no están separadas y que cada una afecta a la otra.

Cuando hable con su hijo sobre salud mental, comuníquese con sinceridad y en un nivel que sea apropiado para su edad y desarrollo. Es importante que sea consciente del tono que usa cuando habla de salud mental: si es natural y neutral, puede ayudar a reducir el estigma o el miedo que genera compartir sentimientos personales sobre el tema.

Padres sanos, niños sanos

Dé el ejemplo: comparta de manera positiva las emociones y los desafíos que enfrenta. Los niños aprenden de quienes los rodean. Si usted se siente cómodo y cuenta de manera franca cómo se siente, ellos también se sentirán más cómodos compartiendo.

Es importante que los padres también se ocupen de su propia salud mental. Actualmente, ser padres puede ser difícil; los factores estresantes a veces parecen provenir de todas las direcciones. Si reconoce la importancia de su propia salud mental y pone en práctica métodos de adaptación saludables (hablar con amigos y familiares de confianza, cuidar su salud física, dedicar tiempo a las actividades que disfruta, etc.), no solo podrá apoyar a su hijo con todos sus problemas de salud mental, sino que también será un modelo para él al enseñarle a ser resiliente en tiempos difíciles.

Demuestre su apoyo

Aunque los motivos del estrés de su hijo puedan parecer insignificantes en la edad adulta, son igualmente reales. En preescolar, la separación de los padres puede causar ansiedad. Y a medida que los niños se acercan a la edad escolar, las presiones académicas y sociales también pueden causar estrés. Es posible que los niños no puedan relajarse si tienen una agenda llena de actividades. Incluso las imágenes perturbadoras y las conversaciones sobre el mundo que los rodea pueden generarles estrés.

Cuando hable con su hijo sobre su salud mental, asegúrese de validar y normalizar lo que siente. Cuando los niños se sienten rechazados o sienten que sus problemas no se consideran importantes, es menos probable que confíen en los demás. Además, trate de resistir la tentación de "solucionar el problema" de su hijo. Muchas veces, dar consejos demasiado pronto cierra la conversación, especialmente cuando los niños solo quieren ser escuchados.

Continúe la conversación

Recuerde que la salud mental no es un tema de conversación que se pueda tratar una sola vez. Asegúrese de hablar con su hijo con regularidad, incluso cuando parezca que "no pasa nada". Trate de hacer preguntas abiertas. Esto ayuda a iniciar una conversación y permite compartir de manera más natural. Dele a su hijo la oportunidad de hacer preguntas y preste atención a sus reacciones ante lo que usted comparte o pregunta. Cuanto más natural sea hablar sobre salud mental en su hogar, mayor será la probabilidad de que su hijo se sienta cómodo compartiendo sus emociones y experiencias con usted.

Recuerde: no necesita saber todas las respuestas o ser un experto para hablar con su hijo sobre salud mental. Trate de detectar signos y síntomas que puedan indicar que su hijo necesita más apoyo.